El Cartagonova se tiñó de emotividad una hora y media antes del comienzo del Trofeo Carabela de Plata. A las siete y media se corrieron las cortinas que cubrían la nueva puerta 2-22, por la que se accede a la zona alta de uno de los laterales. En esa rampa de entrada se mezclaban míticos exjugadores del FC Cartagena con los actuales directivos y los familiares y amigos del malogrado Miki Roqué. A partir de ahora, en ese acceso al Cartagonova lucirá una imagen del añorado futbolista junto al repaso de su trayectoria corta pero intensa, interrumpida por un desgraciado cáncer en la pelvis que le condujo a la muerte el 24 de junio de 2012.

La encargada de inaugurarla fue la alcaldesa de la ciudad trimilenaria, Ana Belén Castejón, acompañada por el concejal de Deportes, Ricardo Segado. «Miki Roqué fue parte de ese sueño del ascenso a Segunda en Alcoy, pero por encima de todo fue una gran persona y mejor jugador», señaló la primera autoridad municipal. Varias decenas de aficionados albinegros tampoco se quisieron perder el evento y se agolparon en las cercanías de la puerta para asistir al homenaje.

Los familiares del jugador, visiblemente emocionados, recibieron una placa conmemorativa de parte de la alcaldesa y del presidente del conjunto albinegro, Paco Belmonte, además del cartel oficial del Carabela de Plata de esta edición.

Hasta siete futbolistas del Cartagena en la temporada 2008-2009, el histórico curso en el que los albinegros consiguieron el ascenso a Segunda División, acudieron a la cita: Falcón, Leo, Txiki, Mariano Sánchez, Nano, Armando y Juan Pablo, el autor del gol definitivo en aquella gloriosa tarde en Alcoy. Miki Roqué, que por entonces era un prometedor central de solo veinte años, formó parte de aquel grupo. «Era un chaval muy joven, que venía del Liverpool, y yo, como hacía con todos, intenté apadrinarlo en el equipo», recordaba Mariano Sánchez, el eterno capitán y jugador con más partidos en el Cartagena. «Era un chico fenomenal y un futbolista estupendo. Estaba muy identificado con la ciudad y estuvo en el momento más importante de la historia del Cartagena», indica Mariano.

La emoción de la pérdida prematura de un compañero contrastaba con el recuerdo de aquella temporada de ensueño que nunca se olvidará en la ciudad portuaria. «Todo son recuerdos bonitos, desde la tristeza de que ya no esté con nosotros. Disfrutamos mucho ese año porque había un grupo fenomenal. Miki fue culpable de ese éxito y esta puerta se la tiene bien merecida», comentaba el exjugador cartagenero.