Casi cinco años han transcurrido desde que Juan Carlos Ceballos -Barcelona, 1983-, debutara en el FC Cartagena en lo que sería la segunda gran aventura futbolística de su carrera deportiva después de la que antes había protagonizado con el Espanyol, la entidad que lo vio nacer en el mundo del fútbol.

El jugador cerrará en las próximas horas o días un acuerdo que le vinculará a la entidad albinegra para la próxima temporada, por lo que cumplirá ya cinco temporadas con el FC Cartagena, algo que solo puede decir Limones en este actual equipo albinegro.

Ceballos, que ya tiene 34 años, ha logrado esprintar al final, de la competición liguera de tal manera que ha acabado en un gran momento de forma. Y eso que ésta ha sido, a excepción de la temporada 2008/2009 con el Córdoba en Segunda-, la campaña que menos partidos ha disputado, tan sólo 14.

Sin embargo, para los dirigentes el capitán albinegro es un hombre de club, un futbolista que ha estado en los buenos y en los malos momentos y que ha mostrado una profesionalidad a prueba de bombas.

Hasta el pasado año su media de encuentros disputados por temporada era de 34 enfrentamientos, por lo que haber pasado a menos de la mitad ha tenido que ser para Ceballos una larga travesía en el desierto. No estaba acostumbrado el lateral derecho a tener que ver cada jornada los parrtidos desde el banquillo. Eso sí, ha sido uno de los futbolistas que ha estado convocado en la mayoría, por no decir todos, los encuentros que ha disputado el FC Cartagena esta temporada.

Sin embargo, tras disputar las cuatro primeras jornadas ligueras consecudtivas, se vio relegado por Óscar Ramírez, un jugador que ocupa también la demarcación de lateral derecho y que desde ese instante se convertía en una ficha inamovible para Alberto Monteagudo en el esquema de este FC Cartagena.

Tras este arranque, Ceballos también participó en las jornadas séptima y octava en la primera vuelta. Ya no volvía a pisar el césped en partido oficial de liga hasta la segunda vuelta, el 15 de enero, frente al Córdoba B. Jaén, Jumilla y Linense fueron sus otros tres partidos de competición regular antes de que llegara la fase por el ascenso a Segunda División.

Ahí, curiosamente, cuando todo estaba tocando a su fin, Ceballos volvía a recuperar protagonismo en el equipo, con la participación en la fase de ascenso. Alberto Monteagudo decidió entonces que debía apostar por una defensa con tres centrales y al tener ocupado a Gonzalo Verdú en tareas en medio campo, decidió tirar por Ceballos para esta misión. Así el zaguero, ha jugado los cuatro encuentros que el equipo albinegro ha disputado frente al Alcoyano y FC Barcelona B: tres de ellos como titular y otro en el segundo tiempo.

Las experiencias que ha tenido Ceballos desde que llegó en 2012 son, sin lugar a dudas, la historia reciente de este FC Cartagena. Aterrizó en el club tras el descenso a Segund aDivisión, por lo que el reto era tratar de recuperar la categoría en ese primer año en el denominado efecto rebote. El jugador vio pasar por el vestuario a Pato, Pacheta y Campos y el equipo se estrelló ante el Caudal en la primera ronda de la fase por el ascenso.

Tras llevárselo Florentino Manzano al Cádiz al año siguiente, el jugador regresó al club albinegro de la misma mano y en aquella aciaga campaña con Sporto Gol Man al frente de la entidad. Pasaba Ceballos de luchar por estar con los mejores, a tratar de salvar un equipo en bancarrota, sin dinero que cobrar y con un futuro tan negro como para haberse marchado a casa. Aguantó los 36 partidos y ante Las Palmas Atlético logró salvar junto a sus compañeros a una entidad en caída a los infiernos.

La llegada de Belmonte ha supuesto que Ceballos se convierta en una pieza clave en este engranaje deportivo. Los dirigentes quieren jugadores comprometidos y con experiencia y él, a sus 34 años, tiene mucho que aportar aún.