El Cartagena cayó derrotado ante la Balompédica Linense, y sumó su cuarto partido sin conocer la victoria. De esta manera, el conjunto que dirige Alberto Monteagudo pierde todas sus opciones de acabar primero y cae al cuarto puesto de la clasificación. A la espera de lo que haga el Mérida, su pase para el play-off aún no está certificado con esta derrota. La actuación de los albinegros en La Línea fue realmente mala, en un choque en el que, prácticamente de principio a fin, fueron por debajo en el marcador.

A los seis minutos, el Cartagena encajó el primer golpe. El delantero de La Balona, Stoichkov, aprovechó un desajuste de la defensa albinegra para batir con un buen zurdazo a Marcos Morales y poner el partido de cara para su equipo. Con un césped muy alto, al Cartagena le costaba horrores mantener una circulación fluida, al tiempo que el Linense esperaba en su campo y jugaba la baza del contragolpe.

Solo un despiste terrible de la defensa permitió a Isi Ros tener una buena ocasión. El joven extremo recuperó un balón en el área rival pero su tiro fue muy centrado, demasiado fácil para Godino. Cada contraataque de los locales era una pesadilla para los de Monteagudo. Marcos salvó el 2-0 cuando Gato lo tenía todo para marcar, rematando solo en el segundo palo. Sin embargo, el meta cartagenerista se hizo grande y tapó todos los huecos posibles. No cesaban las malas noticias en el bando visitante. Cristo, que regresaba al once titular, tenía que ser sustituido por Artiles en el minuto 39 debido a una lesión muscular.

A la vuelta de los vestuarios, se confirmaron todos los temores. Apenas un par de minutos desde la reanudación, el Linense cazó uno de tantos contragolpes con los que ya había amenazado. Gato le ganó la carrera a Míchel Zabaco y ejecutó un magnífico disparo cruzado con la diestra que tocó en el palo y se coló en la meta de Marcos. Otra vez un gol psicológico desmontaba todos los planes de Monteagudo para el segundo tiempo.

El conjunto albinegro no tuvo ninguna capacidad de reacción con el 2-0. Los visitantes ni siquiera tiraron a portería en toda la segunda mitad y su juego fue tan plano que en ningún momento puso en aprietos a la defensa rival. Por su parte, el Linense hacía temblar al Cartagena cada vez que llegaba, saliendo a la carrera cuando recuperaba la posesión. La Balona lo fiaba todo en ataque a la velocidad de Gato y de Zamorano y la calidad de Sergio Molina en la medular.

En los últimos minutos, Óscar Ramírez estrelló un libre directo en el larguero. Este fue el único acercamiento de un Cartagena que necesita que el Mérida no gane para no jugarse su plaza de play-off en una última jornada que puede ser dramática. Con este resultado, los albinegros solo han sumado dos puntos de los últimos doce.