El FC Cartagena no está ofreciendo buenas sensaciones esta segunda vuelta. Esto no es un secreto y todos los aficionados del equipo albinegro son conscientes que por poco que las cosas se hubieran hecho mínimamente mejor, el equipo no estaría solo en primera posición, sino que además andaría a punto de ser campeón de grupo a falta de tres jornadas para que se solucione la temporada regular en este grupo cuarto de Segunda División B. Sin embargo, la realidad es bien distinta y el bloque entrenado por Alberto Monteagudo ha sumado en los 16 encuentros disputados en esta segunda vuelta 23 puntos, y ocupa de esta forma el puesto duodécimo en una virtual clasificación en esta fase de la competición, muy lejos de los 31 puntos del Lorca o los 28 que ha acumulado en este mismo tiempo el Real Murcia.

Lo que más puede preocupar, con vistas a la fase de ascenso que se disputará a finales del mes de mayo, es la capacidad que tiene este FC Cartagena de plantar cara a cualquier gallito de otro grupo de la Segunda B. Los números que ha cosechado en esta segunda vuelta de liga no son precisamente su aliado, ya que el conjunto entrenado por Alberto Monteagudo tan sólo ha sido capaz de ganar a uno de los ocho primeros clasificados -el domingo se enfrenta al noveno-, aunque fue contra el líder Lorca por 0-1.

Contra el resto de rivales ha acabado sucumbiendo o empatando, dejando de esta manera una sensación amarga para la afición, que no solo espera de su equipo que ocupe los mejores puestos entre los veinte que conforman el grupo, sino que además ofrezca casi siempre la superioridad en juego y resultado contra sus oponentes.

La derrota que sufría ante el Villanovense por un claro 3-0 el pasado domingo pone en evidencia el vigor con el que puede llegar el conjunto albinegro a este tramo final de la liga. Y es que 23 puntos, fruto de seis partidos ganados y cinco empatados sobre un total de 16 enfrentamientos jugados hasta ahora, no son unos números de un equipo que quiere ser favorito y luchar sin demora por el ascenso a Segunda División.

Además de su derrota contra el Villanovense, el FC Cartagena sufrió probablemente el correctivo más severo que podía esperar y ante el peor rival posible. Fue en la jornada trigésima -19 de marzo- cuando el Real Murcia de un recién llegado Vicente Mir le hizo morder el polvo con un 1-3 inapelable en juego y efectividad, que dejó muy tocado al equipo y demasiado contrariada a la afición cartagenerista.

El bloque albinegro tampoco quedó bien parado cuando en la jornada vigésimo quinta recibía la visita del Mérida de Eloy Jiménez. Tras once jornadas en lo más alto de la clasificación, los cartageneristas no pudieron ante un oponente muy bien armado atrás y adelante. Los goles del exalbinegro Rico y de Romero en seis minutos dilapidaron las opciones de mostrar su capacidad ante los mejores.

A finales de febrero, jornada vigésimo séptima,midió sus fuerzas en el Cartagonova al sexto clasificado, el Melilla. Los albinegros no fueron capaces en esa oportunidad tampoco de resolver un encuentro cuando más cómodo lo tenían: ante un oponente que apenas había inquietado.

En la jornada trigésimo primera el FC Cartagena visitó al Marbella, un equipo que en esta segunda vuelta ha sucumbido definitivamente y que llegó a la visita con un entrenador nuevo pero con demasiadas dudas y muchos problemas en el seno de la entidad. Sin embargo, el conjunto cartagenerista le dio la vida que no había tenido hasta ese momento -llevaba siete jornadas sin ganar-. Dos goles encajados, fruto de dos claros errores defensivos, dilapidaron todo el trabajo y el equipo no supo nadar a contracorriente, tal y como le ha sucedido en varias ocasiones en esta segunda vuelta.

Ante el Granada B, jornada vigésimo octava, el FC Cartagena encajó el tanto del empate en el último instante, debido a su conformismo en un partido que fue mejor, pero en el que acabó sin jugar bien sus bazas.

Demasiados errores ante los de arriba y es que a este Cartagena le ha cogido la matrícula.