El FC Cartagena volvía por sus fueros y lo hizo en el momento adecuado, cuando la afición necesitaba volver a recuperar esa alegría con la que le contagió este equipo en la primera vuelta. Ganó al CD El Ejido por 2-0, con goles de Arturo -ya suma siete- y del debutante Llorente. Todos contentos y el líder lo es un poco más después de que el Lorca no pudiera pasar del empate en Melilla.

La primera parte que pudimos contemplar en el Cartagonova hacía tiempo que no se la veíamos a los pupilos de Monteagudo. Toque, rapidez, triangulación, chispa y gol, un montón de ingredientes bien aliñados que dieron como consecuencia casi liquidar el encuentro, aunque pudieron ser más tantos además de los dos que se produjeron, si los atacantes hubieran estado un pelín más acertados o el meta visitante algo más tieso en las acciones que protagonizó.

Lo cierto es que el FC Cartagena agradó y mucho, como lo solía hacer en la primera vuelta en su campo, lo que supuso un feliz reencuentro con aquel juego vistoso que había encandilado a sus aficionados. El entrenador ha insistido en que el liderato se debe fundamentar en un fútbol sólido y sin dobleces en el Cartagonova, y ayer sus futbolistas se empeñaron en hacerle caso.

Con dos jugadores en la alineación inicial llegados en el mercado de invierno, el FC Cartagena regresaba a su estadio tras la última victoria a domicilio la semana anterior, pero con la rémora de no haberlo hecho en casa desde hacía ocho jornadas. El equipo cartagenerista se asentó bien con un centro del campo dinámico, rápido y con mucho fútbol interior. El bloque albinegro salió a por el partido desde el minuto inicial. No se guardó nada para luego. Cristo Martín, omnipresente en esta primera parte, fue el arma que más partido sacaba el conjunto local para gozar de ocasión tras ocasión. Los de Alberto Monteagudo, con un Llorente como media punta, manejó a su antojo a un rival, que si bien al comienzo puso algún tipo de oposición, luego se limitó a intentar tapar los agujeros, demasiados, por los que los de casa entraban. García, el portero del equipo almeriense, fue el más inspirado por los visitantes, porque con sus intervenciones evitó el gol antes de que llegara de manos de Llorente. Isi Ros fue uno de los más incisivos en la primera parte. Hábil, rápido y con desenvoltura, protagonizó algunas de las acciones más bonitas para su equipo en estos primeros cuarenta y cinco minutos de partido. En el 12', una combinación con Cristo Martín la culmina este último con un disparo que García manda a córner con apuros. Dos minutos más tarde es de nuevo Isi Ros quien remata picado de cabeza un balón que despeja con apuros de nuevo el cancerbero del El Ejido. Antes de cumplir los primeros 20 minutos de partido otra vez una oleada ofensiva de los albinegros con Cristo Martín como protagonista. Un pase interior al tinerfeño que dispara cruzado y repele el portero con dificultad. Isi Ros era el siguiente en tener otra clara ocasión para hacer el primero. El jugador cedido por el UCAM Murcia recogía un balón suelto en el área y buscó el palo largo, pero le faltó algo de rosca para embocarla. No tuvo la opción y el esférico se marchó por poco.

Tanto fue el cántaro a la fuente que al final el Cartagena logró el primero, gracias a otro de los futbolistas que ayer debutaban, Fernando Llorente. Un balón que cogía de espaldas al atacante dentro del área y el albinegro resolvía con maestría, al peinar con la cabeza el balón y superar por alto al meta visitante. El Cartagena por fin conseguía romper la barrera del gol y abría el electrónico.

Arturo lo intentó a 11 minutos del descanso, con una llegada y remate fuera. Luego lo hizo mejor en el 38, al recoger también un balón en largo que le llegó por la izquierda. El cartagenero decidió dentro del área recortar y acomodarlo a su derecha. El disparo cruzado fue dentro de la red, en lo que supuso el séptimo tanto para el albinegro esta temporada y un gran gol esta campaña.

El Cartagena era despedido por sus aficionados con una ovación; no era para menos ya que había protagonizado una de sus mejores primeras partes de esta temporada y además empezaba a recuperar las sensaciones perdidas en los tres últimos compromisos disputados en el Cartagonova.

Tras el paso por los vestuarios, El Ejido apretó la salida de balón de los locales y esto originó imprecisiones y pérdidas continuas de los albinegros en medio campo, lo que rompía las transiciones y paraba cualquier opción de ataque de los de Monteagudo. El equipo no encontraba la fórmula para poner la pausa y Rivero retrasaba su posición para coger el balón con más frecuencia.

El Cartagena había perdido la chispa de la primera parte y sus futbolistas ya no gozaban de esa mordiente que sí se les pudo ver en el arranque del encuentro.

Aún así Isi se encontró con un balón que le pasó su compañero Arturo. Tras deshacerse del portero, perdía tiempo y al ceder el esférico a Arturo, éste resolvía mal y mandaba demasiado alto. Cristo lo intentó también a los ocho minutos de la reanudación, con una galopada por la izquierda, con regate dentro del área y disparo cruzado pero demasiado alto.

Monteagudo decidió antes de que se cumplieran los 20 primeros minutos de sustituir a los dos nuevos, quienes se llevaron el aplauso de la grada por su buen trabajo durante la hora que habían estado en el césped.

El bloque local supo administrar bien su renta y su juego. El entrenador hizo debutar a Artiles en el minuto 81, a pesar de que dos minutos antes Sergio Jiménez había sido expulsado por doble amarilla.

El 2-0 final supone un bálsamo para todos, a la espera, eso sí, de que Monteagudo tenga por fin al otro delantero que aún está por llegar.