­La cara con la que se marchó ayer el UCAM CB Murcia del Fernando Martín lo dice todo. El conjunto universitario volvió a sufrir una derrota que le impidió, de nuevo, encadenar dos triunfos consecutivos en la ACB este curso. Sin embargo, las sensaciones fueron de no entender lo que había pasado. El conjunto de Óscar Quintana, entrenador universitario, superó la ventaja de los diez puntos en dos ocasiones y en ambas situaciones el Fuenlabrada se rehízo para acabar llevándose el triunfo. Y eso que el UCAM trató de ´jugar´ con el tiempo y alargar las posesiones en el ecuador del tercer cuarto, pero fue ahí cuando más obstáculos encontró.

Un desconocido Faverani que, al igual que ante el Bilbao Basket, apenas aportó en ataque y la vuelta a las andadas de Martynas Pocius tras su última buena actuación la pasada jornada, provocó que al UCAM le pasara todavía más factura la ausencia de Ovie Soko tras sus problemas de tobillo. No obstante, la ausencia de ideas en los ataques de los últimos diez minutos tras una decente media hora de partido también fue una de las principales causas de que el triunfo no viajase anoche a la capital del Segura.

El primer cuarto del encuentro tuvo dos partes claramente diferenciadas. Una en la que solo Facundo Campazzo parecía tener la solución al gris inicio del UCAM y otra en la que los engranajes del quinteto universitario funcionaron a la perfección. El equipo murciano aprovechó las dos faltas que mandaron al banquillo antes de lo previsto a Moussa Diagné, una de las principales amenazas del Fuenlabrada.

El cuadro madrileño saltó a la pista mucho más enchufado que el UCAM en todas las facetas del juego y eso provocó que Óscar Quintana tuviera que solicitar el primer tiempo muerto de la tarde después de que su rival lograse una ventaja de ocho puntos (13-5). A partir de ahí, los universitarios ajustaron las piezas y comenzaron a remontar el marcador adverso desde la defensa. Campazzo volvió a sacar la batuta junto a Delía y Antelo para logar un parcial de 0-11 que hizo temblar al Fernando Martín (13-16). El UCAM se comenzó a sentir muy cómodo sobre la pista fuenlabreña y fue entonces cuando Billy Baron se unió a la fiesta con dos triples espectaculares (21-29).

No obstante, el equipo que dirige Jota Cuspinera no le perdió la cara al partido durante los primeros diez minutos. Los madrileños sacaron el pico y la pala y continuaron anotando con posesiones cortas. Y así fue como consiguió anular de nuevo al UCAM con cinco puntos consecutivos de Smits y un recital desde el tiro exterior de Popovic en el arranque del segundo cuarto (33-33). El Fuenlabrada compensó la ausencia de Diagné en el juego interior con su acierto desde el perímetro -con 9 triples de 12 intentos en la primera parte- para impedir que los universitarios se marcharan en el marcador (39-36). No obstante, al UCAM no le temblaron las piernas pese al buen momento de Popovic, y aunque Faverani estuvo ausente en labores ofensivas, Benite y Campazzo, con un triple del argentino sobre la bocina, permitieron a los de Quintana marcharse por delante al descanso (45-48).

En el arranque de la segunda parte dio la sensación de que el UCAM se iba a encontrar un camino llano hasta la victoria. Sin embargo, el Fuenlabrada no bajó los brazos pese a que los universitarios trataron de controlar la situación y jugar con la ventaja. Dos triples, de Campazzo y de José Ángel Antelo, provocaron que Cuspinera tuviera que solicitar tiempo muerto (47-55) al comprobar que su rival saltó con las ideas más claras y buscando la mejor opción de tiro.

Fue entonces, cuando el partido se movió en la barrera de los diez puntos que separaba a cada conjunto, el UCAM trató de hacer lo que es habitual en este tipo de situaciones. Aunque se convirtió en su peor opción. Los universitarios optaron por no entrar en el correcalles del Fuenlabrada y alejándose de ese intercambio rápido de canastas encontró muchos más obstáculos en el juego estático. Sobre todo sin una referencia como Vitor Faverani, que volvió a estar desconocido sobre la pista (54-62).

El juego de embrague y acelerador del UCAM provocó que el conjunto local se metiese de nuevo en el encuentro con Popovic, un ´alley oop´ entre Cruz y Smits y un triple de Hakanson. Aunque Campazzo, de nuevo, logró que los universitario se mantuvieran al frente al término del tercer cuarto con una buena entrada a canasta después de un mate de Diagné (66-69).

La presencia del pívot senegalés en la pista y la defensa en zona de Cuspinera provocó el cortocircuito del cuadro murciano en el último periodo. Más de tres minutos estuvo sin anotar el UCAM una canasta en juego a la espera de que Facundo Campazzo inventase algo (72-69). Un parcial de 8-0 de los madrileños metió de lleno a los locales en el partido y el desenlace comenzó a tener muy mala pinta para los intereses del UCAM (82-78).

Y eso que el equipo de Quintana desaprovechó varias posesiones para recortar distancias y contó con el último balón en manos de Baron para intentar empatar el partido, después del auténtico carrusel de tiros libres y el último triple de José Ángel Antelo (86-83).