El FC Cartagena ha conseguido un trabajadísimo empate en casa del Melilla, en un partido en el que hubo dos figuras que destacaron, una Limones, que evitó casi en el último instante la derrota con una gran intervención tras un cabezazo que se colaba de Rubén Sánchez. El otro, Chus Hevia, quien saltó desde el banquillo y tras cuatro minutos en el campo hizo el gol que ponía el empate en el marcador.

Al conjunto dirigido por Monteagudo le ha costado muchísimo obtener este resultado frente a un rival muy correoso, intenso y que sabe sacar mucho partido a su fútbol vertical, donde jugadores como David Vázquez, Nacho Aznar o el propio Kiu se mueven como peces en el agua.

Mejor primera parte de los locales, que llegaron más y mejor a las inmediaciones de Limones. El portero evitó el tanto en al menos tres claras opciones de Rubén Sánchez, en el minuto 15; David Vázquez, con un libre directo que evitó el meta albinegro y otro duro disparo de David Vázquez que el portero Limones y el larguero se encargaron de repeler.

Sin embargo, no pudo evitar el gol de Nacho Aznar, de penalti, tras la falta cometida por Óscar Ramírez sobre Kiu.

En la segunda parte, el FC Cartagena decidió adelantar un poco más las líneas, pero clave fue quizá la salida de Chus Hevia, lo que facilitaba a Arturo tener más libertad con el respaldo de un segundo punta. Tras cuatro minutos en el campo, Hevia hacía el 1-1, después de una falta botada desde la izquierda que Arturo tocaba al centro del área para que Hevia empujase al fondo de la red.

El partido entró en una dinámica de ida y vuelta en la que el Melilla estuvo a punto de hacer un par de veces el 2-1, pero primero Óscar Ramírez, en línea de gol, lo evitó y luego fue Limones con la antes citada intervención final.

Al final, reparto de puntos en un campo en el que la victoria sigue negándosele a los albinegros -cuatro empates y seis derrotas-.