Era el partido, ese que un equipo que quiere hacer historia debe ganar, donde la presión encoje las muñecas y la vista se nubla. Si el martes ante el Estudiantes el UCAM tuvo la cabeza fría y el corazón caliente, ayer, en el choque clave para entrar en el play off, los de Fotis Katsikaris perdieron la frescura que sí tuvo el FIATC Joventut, sobre todo su escolta Brandon Paul, autor de 25 puntos y de triples inverosímiles en el tramo final del choque. Pero en el momento preciso y necesario, cuando el encuentro se iba a la prórroga, apareció el jugador con más partidos en la Liga ACB, el único de la plantilla que ha sido campeón del mundo. La consigna del entrenador murcianista era clara. Balón a Carlos Cabezas, el hombre más seguro desde la línea de tiro libre. Cuatro segundos para el final con empate en el marcador (78-78). Campazzo sacó de banda y le entregó el balón al base de Marbella, que dribló a dos jugadores y se lanzó a por el aro. En el camino se encontró a Suton, pero el malagueño se cambió el balón de mano y con la izquierda dejó una bandeja. La canasta terminó entrando y se desató la euforia. Cabezas corrió como un loco por la pista y el banquillo se lanzó a por él. El decimoséptimo triunfo llegó con agonía, sufriendo, apretando los dientes, luchando en defensa y superando una tremenda presión que muchos jugadores viven por primera vez en sus carreras deportivas. El triunfo deja al UCAM con el play off en bandeja. Incluso perdiendo el domingo en Fuenlabrada, puede lograrlo. Para que no juegue el conjunto murciano las series por el título, deben ganar tanto el Dominion Bilbao, que recibirá al CAI Zaragoza, como el Iberostar Tenerife, que visita a un Barcelona que no se juega ya nada. En caso de victoria en el pabellón Fernando Martín, será séptimo y se enfrentará al segundo clasificado de la Liga regular, que en estos momentos es el Real Madrid, que aún tiene que disputar el miércoles su encuentro frente al Laboral Kutxa.

El mejor Vítor Benite

Si Cabezas logró la canasta de la victoria, quien enseñó el camino fue al escolta Vítor Benite. El brasileño, apagado durante muchos momentos de la temporada, aprovechó su momento. Thomas Kelati ni siquiera se vistió por una gastreoenteritis sufrida durante la semana que le dejó muy debilitado. Y el internacional de Sao Paulo abrió el libro del manual del buen escolta, se echó al equipo a las espaldas en los momentos más comprometidos, y se fue hasta los 22 puntos en su actuación más completa desde que el verano pasado llegó a Murcia. En el último minuto anotó un triple con 73-76 y una canasta a solo 21 segundos del final que puso por delante al UCAM en el tanteo (78-76). Después empató el choque Paul con dos tiros libres a 8 segundos de la conclusión y el resto ya se lo he contado.

A los murcianistas les costó manejar la presión. En los primeros veinte minutos perdió hasta once balones, una situación que aprovechó bien el FIATC Joventut, que salió disparado con un parcial de 0-7. Llegó la reacción, liderada por Benite, y en el segundo cuarto pudo escaparse en el tanteo el UCAM (29-24), pero la ansiedad, reflejada sobre todo en Campazzo, lo impidió.

Después del descanso apareció la mejor versión del equipo local. Llegaron los triples de Benite y Antelo (47-39), la resistencia defensiva y los de Katsikaris corriendo el campo. Sadiel Rojas puso la máxima distancia (54-46, min. 24), pero entonces Mallet, el menudo base del Joventut, empezó a dirigir la orquesta. La Penya llegó a un 0-9 (54-55) en medio del festival anotador de Paul, que venía el aro inmenso.

Los visitantes recurrieron en el último cuarto a su mejor arma, el lanzamiento de larga distancia. Acongojaron al Palacio de los Deportes. Un nudo se hizo en la garganta de todos los seguidores cuando Sergi Vidal, a un minuto y veintiún segundos del final, puso por delante en el tanteo a un Joventut con gran talento exterior (73-76). Pero después se repitió la historia de otros partidos esta temporada, resueltos desde la pizarra de Katsikaris y tras mascarse una trágica derrota. Pero esta vez la moneda salió cara y Cabezas, con esa bandeja en el último segundo, dejó el play off en bandeja.