El FC Cartagena concluía con un discreto empate a uno ante el descendido San Roque de Lepe en el partido de la trigésimo octava jornada de la temporada regular, lo que supone un fin de fiesta algo adelantado para el equipo albinegro, que esperaba estar en la fase de ascenso a Segunda División.

El 1-1 supone que el equipo dirigido por Monteagudo finalice en la séptima posición en la tabla clasificatoria y, por tanto, en una de las cinco plazas de los equipos que tienen derecho a disputar la próxima edición de la Copa del Rey, un torneo que dará comienzo en el arranque de la temporada que viene -allá por el mes de septiembre-. Este era el reto que se había propuesto la entidad, una vez que ya en el mes de enero todo indicaba que el conjunto capitaneado por Paco Belmonte no iba a ser capaz de luchar con UCAM Real Murcia, Sevilla y Cádiz por un puesto entre los cuatro primeros clasificados. Es cierto que, dicho sea de paso, es un reto que en nada se parece a las aspiraciones de los dirigentes y a la esperanza de una afición que en el pasado verano acudió en masa -más de 5.600 abonados-, para ver a un equipo y un proyecto con buenas hechuras, que hiciera olvidar los malos tiempos pretéritos.

El equipo albinegro se ha desfogado en estos dos últimos encuentros de la temporada, probablemente porque, como el otro día comentaba el propio Sergio García en rueda de prensa, el triunfo en el derbi contra el Real Murcia sonaba ya casi a fin de fiesta, a pesar de que aún restaban dos encuentros más por jugar.

En el partido disputado ayer en el Cartagonova ante cerca de 4.500 espectadores -promoción incluida para abonados-, el equipo albinegro jugó a ráfagas, sin apenas tensión, con los deberes hechos aunque el triunfo era casi una obligación para meterse en Copa -luego no fue necesario-, pero sin ese ritmo e intensidad que le hemos visto a conjunto de Monteagudo.

Por mucho que se ha empeñado del de Valdeganga en mandar mensajes a sus jugadores en las dos jornadas finales de que se jugaban mucho y que las renovaciones están a la vuelta de la esquina, lo cierto es que poca actitud se pudo observar en este tramo final de temporada con todo casi vendido, y sin apenas emoción para espolear a la plantilla albinegra.

El FC Cartagena, no obstante, dominó al oponente, que no se jugaba nada, y tuvo las mejores ocasiones para haberse llevado el encuentro incluso con claridad, pero sus atacantes tampoco estuvieron en la tarde de ayer acertados.

El gol albinegro llegó tras un autogol de Bonaque, por lo que Sergio García, Hens, Hevia y Menudo se quedaron sin anotar en la despedida de la temporada.

Por segunda semana consecutiva el técnico dio entrada a Mario Sánchez en el lateral derecho, ya que no pudo contar con los centrales Moisés y Verdú, y Ceballos ocupó la demarcación de central.

Además, Indiano y Rivero formaron el tándem en el centro del campo -Sergio Jiménez está lesionado- y el entrenador dejó en el banquillo a Menudo para que Sergio García y Chus Hevia compartieran el ataque albinegro.

Los albinegros tuvieron oportunidades casi desde el comienzo porque cuando plantaban el balón sobre el césped sus ´peloteros´ podían sacar su esencia para tocar rápido y llegar con peligro al área de Ayala, el meta visitante. En el minuto 7 una gran acción por la banda izquierda de Cristo y Jesús Álvaro -este futbolista se merece la renovación ya- originó la primera ocasión del Cartagena. El pase atrás del canario era rematado mal por Sergio García, con todo a su favor para colocar el balón entre los tres palos.

En el minuto 13 Hevia encara al portero tras un fantástico control y éste repele el balón. Luego es Hens quien recibe y su chut, flojo, lo detiene el cancerbero del San Roque sin dificultad.

Tan sólo cuatro minutos más tarde Sergio García recoge en velocidad un balón en largo y peca de egoísmo porque cuando se aproxima al área del San Roque dispara demasiado cruzado, sin atender a sus compañeros Hevia y Hens que estaban completamente solos casi en el punto de penalti, esperando el balón para embocarlo al fondo de la red.

Demasiadas ocasiones, todas ellas muy claras, para haberse puesto por delante en los primeros 20 minutos. El gol, sin embargo, llegó tras una galopada de Sergio García con pase atrás del zamorano que tocaba Bonaque para despistar a su portero y mandar el balón a la red.

Once minutos más tarde Quique Rivero -que andaba algo ausente hasta entonces-, la pifia con un mal control ante un rival en el borde de su área. Es el último jugador y cuando el oponente encara a Limones lo derriba. Penalti y expulsión de Rivero.

Limones detiene la pena máxima a Chaco, que lanzó el balón al centro de la portería.

En la segunda parte Sergio García lo intentaba nada más comenzar, con un chut ajustado al palo que detenía Ayala. La primera llegada del San Roque con peligro fue en el 49 con un disparo que se fue fuera por poco, tras un pase interior que recogía Manu Ramírez.

Chus Hevia la tuvo en el 54, con un duro disparo que paró Ayala en dos ocasiones, ya que también detuvo el testarazo posterior de Hens. Este último jugador también tuvo una muy clara con un pase atrás de Hevia, que mandó a las nubes cuando tenía toda la portería para él.

No marcar una de las múltiples oportunidades acabó pasando factura, ya que en el minuto 79 Manu Ramírez hacía el empate a uno con un remate a placer tras un rechace que se encontró dentro del área pequeña.

San Roque de Lepe apretaba tras el gol, porque notó la sensación de poder llevarse el partido.

El FC Cartagena ha logrado maquillar la temporada con un séptimo puesto que decepciona a todos, los dueños principalmente.