Es verdad que la defensa del Real Murcia está ofreciendo este curso un nivel muy bueno, pero las lesiones del lateral zurdo Fernando Pumar y del central Jaime Sobregrau -ambos han tenido que pasar por el quirófano- ha dejado a la retaguardia del líder del Grupo de Segunda B cogida con alfileres en el sentido de que cualquier contratiempo que ocurra en las próximas jornadas obligará a José Manuel Aira a tener que buscar soluciones alternativas a las que el entrenador leonés solo ha recurrido en situaciones muy concretas y también con jugadores específicos.

Así las cosas, puesto que Sobregrau no reaparecerá hasta mediados de marzo y Pumar estará fuera de los terrenos de juego entre ocho y diez semanas tras encontrar los servicios médicos una lesión más grave de la esperada, la defensa que puede presentar en estos momentos José Manuel Aira ya la conocen de memoria todos los aficionados del conjunto grana.

En el puesto del lateral derecho no hay dudas. Si José Ruiz generó dudas en las primeras jornadas, ahora mismo todo son elogios para uno de los jugadores que mejor forma física exhibe sobre el terreno de juego, lo que unido a que también es capaz de aportar muchas variantes para el juego ofensivo lo han convertido en el jugador de campo que más minutos lleva a sus espaldas con 1.980 minutos, según los datos oficiales de la web del club.

Otro jugador como Tomás Ruso, que comenzó la Liga dando la sensación de que iba a ser suplente por las decisiones del entrenador, también se ha convertido después de la primera vuelta en, seguramente, el defensa más solvente que tiene ahora mismo la retaguardia grana. El defensa alicantino perdió la primera 'batalla' con Satrústegui por la titularidad, pero en el momento que tuvo dos oportunidades seguidas y demostró un poderío aéreo del que carecía la plantilla, ya nadie duda de que Tomás Ruso es uno de los titulares no solo actualmente, sino probablemente sea uno de los grandes protagonistas a los que el Murcia se agarrará cuando llegue el play off de ascenso. Ruso ha dado tanta seguridad en defensa que ha conseguido que los propios aficionados reconozcan que tiene todo el derecho del mundo a gozar del puesto de titular y de intocable. El único 'pero' es que Tomás Ruso lleva cuatro tarjetas amarillas y, teniendo en cuenta que la recuperación tanto de Pumar como de Sobregrau va a tardar, antes o después tendrá que parar de manera forzosa en cuanto vea una amarilla y le obliguen a cumplir ciclo por acumulación de amonestaciones.

De todos los cuatro jugadores que se quedan al frente del cañón, solo uno tiene que dar todavía un paso al frente. Posiblemente incómodo por ver cómo Ruso iba ganando enteros, Eneko Satrústegui comenzó a exhibir un nerviosismo que nadie le recordaba en Nueva Condomina. El central navarro, que el curso pasado sufrió una grave lesión de la que ya está recuperado, es un defensa muy del gusto de Aira, ya que el entrenador ha reconocido muchas veces sus preferencias por contar con un jugador zurdo en el centro de la defensa. Los últimos acontecimientos lo han devuelto a la titularidad, pero de Satrústegui todo el mundo espera más por la sencilla razón de que el público sabe que se trata de una defensa que, estando bien, no solo defiende, sin que también tiene la calidad suficiente para dar cierto respiro a la salida del esférico desde posiciones muy comprometidas. Lo que espera el cuerpo técnico es que Satrústegui mejore todavía más sus prestaciones para que haya dudas serias en el momento que regrese Sobregrau.

Para completar la defensa actual del Murcia falta el nuevo lateral zurdo tras la lesión de Pumar. Jordi Hostench llevaba ya cuatro semanas como titular antes de conocerse los problemas del gallego en la rodilla y en honor a la verdad el catalán ha conseguido cumplir el expediente de manera notable. De hecho no ha pasado desapercibido para nadie que Hostench tiene más tendencia y recorrido para adelantar posiciones que su predecesor en el cargo.

El otro recurso que José Manuel Aira ha puesto en marcha más de una vez es reubicar a Armando como central en una maniobra que las últimas veces ha funcionado bien. De hecho el centrocampista murciano es otro de los que ha dado un paso al frente en las últimas jornadas y ha pasado, de momento, a estar por delante de un Sergi Guilló que, antes de lesionarse, se había convertido en uno de los pulmones del equipo.