Aunque el choque del domingo entre el Pulpileño y el Mar Menor, correspondiente a la jornada diecinueve del Grupo XIII de la Tercera División, terminó en principio sin incidentes con una victoria por la mínima para los visitantes, lo cierto es que, por la noche, algunos jugadores del conjunto marmeronense comenzaron a denunciar a través de las redes sociales que habían sido víctimas de presuntos mordiscos por parte de jugadores del equipo local en el transcurso del encuentro, enseñando incluso imágenes de las heridas que sufrieron en una trifulca que se montó antes del descanso y en la que ni el colegiado fue capaz de identificar a todo el mundo, ya que el rifirrafe lo protagonizó un grupo de unos doce jugadores, según informaron ayer testigos presenciales a este diario.

Por desgracia, el deporte amateur se ve salpicado casi todos los fines de semana con algún acontecimiento de este tipo y lo que sucedió en el encuentro entre el Pulpileño y el Mar Menor es otro ejemplo de casos que se suceden todas las semanas, aunque por norma general no suelen trascender a los medios de comunicación en la mayoría de los casos.

El incidente de los presuntos mordiscos se originó por una pelea entre jugadores de ambos conjuntos en la zona de banquillos y muy cerca del descanso, aunque siguió durante algunos minutos hasta que los ánimos terminaron por calmarse. Francisco Sánchez, el presidente del Mar Menor, explicó ayer a este periódico que «cuando mis jugadores se levantaron la camiseta para enseñarme las heridas no podía creerme lo que estaba viendo». «Estamos en un deporte que no es ni profesional y no podemos dar esta imagen, por eso el club ha decido enseñar las imágenes y que la gente vea lo que ocurre en algunos partidos», informó Sánchez refiriéndose a lo sucedido, un tema del que también añadió lo siguiente: «Nosotros vamos a tener una reunión entre la directiva para trasladar lo que pasó a la Federación y en cualquier caso que tomen las medidas necesarias para que no se repitan incidentes así».

Claro que en el Pulpileño tampoco ven la situación tan clara como la explican en el Mar Menor y desde el club almeriense se defienden dando la cara y explicando que «nosotros también pudimos hacer fotos de tobillos inflamados y distintas lesiones para colgarlas en las redes sociales y decidimos que no era lo correcto». Pedro Simón, director deportivo del Pulpileño y vicepresidente del club, confirmó ayer a LA OPINIÓN que la trifulca se originó en un lance concreto antes del descanso y que en el mismo también intervinieron jugadores que estaban en el banquillo, con la dificultad añadida para el colegiado que supone identificar a jugadores que ni llevan un dorsal asignado.

«No vamos a defender ninguna actitud violenta, pero tampoco nos pasamos los fines de semana dándole importancia a cosas que ocurren con mucha más frecuencia de lo que la gente se imagina. Estamos molestos porque desde el Mar Menor se están dando incluso nombres de jugadores de nuestro equipo que según ellos protagonizaron estos hechos y se trata de algo muy grave para lo que estamos estudiando tomar medidas legales si fuera necesario. Nosotros no vamos a pronunciarnos más sobre este incidente, salvo que la Federación Murciana nos requiera para algo, lo que por ahora no ha sucedido», relataba Simón para poner de relieve la parte que defiende el Pulpileño, ya que desde la entidad almeriense también denunciaron ayer que algunos jugadores del Mar Menor realizaron «gestos groseros» a la grada que «tampoco fueron beneficiosos para que reinara el buen ambiente».

En lo que respecta a la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, al menos hasta ayer por la noche, no habían recibido ninguna notificación por parte de los clubes, aunque sí explicaron que el colegiado no recogió nada sobre lo sucedido en el acta, ya que «estaba hablando con uno de los entrenadores tratando de calmar los ánimos de todos», indicaron fuentes de la murciana a esta redacción. Al no haber detalles en el acta, será complicado aplicar sanciones, aunque si llegan quejas formales, el Juez Único abrirá un expediente para investigar el caso y profundizar un poco más en un asunto que ha sobrepasado al capítulo deportivo.