El Sevilla Atlético sumó ayer más que tres puntos en su partido contra el UCAM Murcia, al que derrotó por la mínima, 1-0, en la ciudad deportiva José Ramón Cisneros. Con la victoria, el filial hispalense superó al conjunto universitario, es segundo y está a cuatro puntos del líder, el Real Murcia. Con eso, dio un golpe en la mesa y hace temblar la zona de play-off, más apretada tras esta jornada.

El del Ramón Cisneros fue un partido bien controlado por los locales, que ataron e incluso maniataron por momentos a un equipo entrenado por el almeriense José María Salmerón nulo en ataque. Los de azul y dorado tiraron dos veces a puerta durante todo el encuentro.

Los de Diego Martínez no están ahí por casualidad, desde luego. Se pasean con sigilo por la Liga y ayer, definitivamente, dieron un golpe de autoridad derrotando al UCAM Murcia, mermado en el ánimo con la lesión de Escalona, el portero titular, para lo que resta de temporada. Su lugar lo ocupó un Buba excepcional, que hizo cinco paradas notables y completó un partido excelente. El guineano no jugaba desde el curso pasado, ya que se lesionó de gravedad en la última jornada del curso 2014/2015, y fue el mejor de su equipo.

Además, Fran Pérez volvía al once tras su esguince de rodilla y jugó su partido número cincuenta con el cuadro universitario, que a su vez cumplía cien encuentros en la categoría. El orden y la concentración también destacaron en la pareja de centrales de Salmerón. En el once universitario la novedad era Iván Aguilar; y la ausencia, el joven Isi Ros.

Fue precisamente este primero quien probaba a José Antonio desde la frontal del área. Aparte de ese acercamiento, el peligro visitante lo puso Góngora. Como siempre, a balón parado. Si no hubo más aproximaciones fue por culpa del Sevilla Atlético, bien cosido con Cotán, un filial hispalense que demostró firmeza e iniciativa durante los noventa minutos.

Desde el primer segundo quiso marcar esas líneas, pues en el inicio apretó mucho y estuvo muy encima del rival.

Un equipo pegajoso e incómodo este filial hispalense, que consiguió amarrar al UCAM Murcia. No aparecían Checa, Remón, Nono y mucho menos Pallarés, solitario, aislado y enzarzado con los centrales, y en los de azul y dorado dio la sensación de estar faltos de oxígeno y muy toscos en el aspecto puramente físico.

Los chicos de Diego Martínez conocen esa lección al dedillo: son intensos y no dudan en cometer falta en el centro del campo para frenar un contragolpe. Lo sufrieron Checa y Remón, dos cerebros desconectados.

En cambio, sí destacó el ejercicio defensivo del UCAM Murcia, un bloque ordenado y considerado fiable en el repliegue. Los de Salmerón aguantaron las embestidas de un Sevilla Atlético volcado al ataque, con los laterales Carmona y Matos incluidos. Entre Ángel Robles, Fran Pérez y Buba frenaron las intenciones del habilidoso Ivi y del cazador Carlos Fernández, que tuvo dos ocasiones claras de gol antes del descanso.

Lo mejor que le pudo pasar al UCAM Murcia tras el descanso fue su cambio de actitud. Por momentos, en el segundo tiempo se estiraba, merodeaba el área de José Antonio y, a fin de cuentas, tocaba durante más tiempo en campo contrario.

El aspecto más negativo para los universitarios vino marcado porque el Sevilla Atlético continuaba en la misma versión del primer tiempo, y además con acciones que rozaban el gol. Borja Lasso perdonó ante un Buba salvador, que desvió con el pie un disparo a bocajarro del mediapunta hispalense. El guardameta guineano, supuesto tercer portero de la plantill

a universitaria, confirmó así una actuación soberbia bajo palos.

Con el paso de los minutos se empezaba a percibir con mayor notoriedad la firmeza del Sevilla Atlético, tercer clasificado y al que le urgía más la prisa por ganar el partido. Así, dio un nuevo aviso, esta vez de Ivi, y obtuvo otra fantástica respuesta del guineano Buba.

Aun cuando el encuentro amainó, pasó de intenso a pausado, el filial hispalense siguió apretando. Fruto de ello llegó el único gol del partido, obra de un Curro que cabeceó un centro desde el segundo palo. Tocó Buba, eso sí, pero en el rechace no pudo hacer nada.

Entraron Isi Ros y el debutante Josán en el tramo final, pero el cuadro universitario, plomizo, acabó la segunda parte sin tirar entre los tres palos. Fue un equipo romo y poco atinado para hilar una jugada de peligro.

El Sevilla Atlético, en cambio, sumó algo más que tres puntos: dio un golpe de autoridad y no mostró atisbos de derrumbe.

Además, el filial hispalense acumula quince jornadas consecutivas sin conocer la derrota, incluyendo cinco victorias en los últimos seis partidos, y un nuevo triunfo que le aúpa al segundo puesto, que hasta ayer pertenecía al UCAM, y únicamente cuatro puntos por debajo del líder, el Real Murcia.