Este domingo el FC Cartagena cerrará la primera vuelta de la competición oficial y lo hace a domicilio, uno de sus puntos flacos esta temporada. Será en Lepe, ante el San Roque, un rival que ocupa la zona media-baja en la clasificación y que destaca por ser uno de los conjuntos más anotadores del campeonato en el grupo cuarto de Segunda B.

El bloque capitaneado por Víctor Fernández acaba este 2015 que hoy finaliza como un bloque en proceso de búsqueda de su personalidad. Los malos resultados que ha ido labrándose a lo largo del campeonato han supuesto que el equipo haya ido transformándose, variando su método, evolucionando o involucionando mes a mes, lo que le hace ser un conjunto a día de hoy imprevisible en su sistema.

Parece que hay una fecha clave que marca ese momento de cambio y se produce muy pronto, en la segunda jornada. Víctor casi no había tenido tiempo para sentarse en el banquillo cuando el 4-2 ante el Cádiz hace tambalear todo su sistema. «Se producen en estas jornadas iniciales errores garrafales en defensa, por lo que se decide que el balón salga de manera mucho más directa desde atrás, buscando un juego más directo con Montero en primer lugar», esgrime el entrenador Antonio García Albaladejo. «Surgen dudas en ese partido», añade Juan Expósito, técnico de fútbol y analista, «Víctor decide apuntalar al equipo y defensivamente lo retrasa». Pero al tomar esta determinación, al FC Cartagena le falta campo para llegar a la portería contraria. «Como no se expone tanto, el equipo no llega al área rival. Las transiciones defensa-ataque son demasiado lentas. Se confunde querer jugar de forma combinativa con salir rápido, pero si no se mueve el balón rápido haces que todo sea más fácil para el rival», explica Expósito. «Sigue costando mucho llegar arriba porque se espera muy atrás», apostilla García Albaladejo sobre dicha cuestión.

La falta de equilibrio para que estos desajustes no se produjesen de forma tan vistosa, ha sido uno de esos problemas a resolver por parte del preparador para este próximo año.

Si entramos en un detalle más pormenorizado de la situación y las posiciones dentro del campo, vemos que hay futbolistas que han logrado entender aquello que el entrenador ha propuesto y trasladarlo sobre el campo, y otros aún siguen sin hacerlo. En el primer caso se encuentran Quique Rivero, Sergio Jiménez o el propio Juanlu Hens. «Creo que los mejores momentos del equipo ha sido con ellos tres en el campo. Con Juanlu Hens como media punta el FC Cartagena ha ganado en elaboración y continuidad, algo que no sucede si el que ocupa dicha demarcación es Menudo», esgrime Antonio García. Sergio Jiménez, dice Expósito, «se lleva el aprobado esta primera vuelta porque lo está haciendo casi todo bien y eso que ha tenido que soportar la presión de la renovación y el hecho de ser uno de los jugadores peor pagados del equipo, con un sueldo casi de Tercera o Preferente».

El punto flaco sigue siendo el ataque. Tanto Montero, en la primera etapa de la competición, como Laens en la segunda, no han conseguido los goles suficientes para dotar a su posición de estabilidad y puntos, algo imprescindible. «Montero es uno de los grandes fracasos, pero creo que también se está viendo perjudicado por el hecho de que este equipo no tiene una identidad definida y no tanto por su forma de jugar», indica el analista Expósito. Antonio García añade algo más: «creo que faltan dos cosas importantes. La primera es que los centrales se incorporen al centro del campo para crear superioridad, algo que no han hecho durante toda la temporada. El ejemplo lo tenemos en aquel Cartagena de Juan Ignacio Martínez, con Pablo Ruiz y Cygan, que apenas perdían un balón y ayudaban a medio campo. La segunda es que los volantes deben jugar a pierna cambiada para no ser tan previsibles y así ayudar al desdoblamiento de los laterales».

«El FC Cartagena ha mejorado en medio campo, ha avanzado líneas en las últimas jornadas, pero sigo pensando que este equipo no termina de encontrar su personalidad», concluye Juan Expósito.