Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes y uno de los grandes apoyos de Javier Tebas en la Liga de Fútbol Profesional, aprovechó ayer su visita a la Región para responder a algunas preguntas sobre el Real Murcia y el descenso administrativo de hace dos veranos. El dirigente no dudó en defender el control económico impuesto a los clubes y que provocó la caída de los granas a Segunda B, señalando que «estas medidas han dado un resultado extraordinario» e incluso «la UEFA nos ha felicitado».

Cardenal, que dijo que le «gustaría» que todo lo ocurrido con el Murcia se revirtiera porque «el murcianismo se merece un equipo en el fútbol profesional», incluso se atrevió a ponerse una medalla, explicando que él ha tenido que ver en el 'sí' del G-30 al convenio de acreedores. «Modestamente estoy ayudando y empujando, incluso propicié que se suscribiera el convenio indispensable para que no se diera la liquidación».

Unas palabras que causan sorpresa teniendo en cuenta que cuando el Real Murcia, a través de su vicepresidente Martínez Abarca, acudió a Cardenal para que intercediera y convenciera a la Liga para que diese el visto bueno a la nueva propuesta para aplazar la deuda del concurso otros cinco años, lo único que hizo el presidente del CSD fue apoyar a Tebas, quien en ese momento defendía que solo se adherirían si se llegaba a un acuerdo con Hacienda, ignorando la negativa de la Agencia Tributaria a poner facilidades en el pago de la deuda.

Ahora, después de que Jesús Samper lograse convencer a Javier Tebas y el G-30 decidiese votar a favor del nuevo convenio que está pendiente que ser aprobado por la jueza del concurso, Miguel Cardenal, que ya durante el verano del descenso administrativo se negó a escuchar a los granas y que incluso les cerró todas las puertas del Tribunal Administrativo del Deporte, se incluye en el pequeño triunfo de la centenaria entidad.

El máximo mandatario del CSD, que también explicaba que espera que el descenso administrativo «sea una pequeña anécdota en la historia del murcianismo», aprovechó su comparecencia para mandar un mensaje de ánimo: «No conozco con mucho detalle su actualidad, aunque es un equipo al que sigo. Viví años en Murcia y siento mucho cariño por uno de los históricos del fútbol español, pues además tengo amigos murcianistas.

Estoy contento y satisfecho por verlo primero en la tabla de su grupo de Segunda B y me consta que hay gente trabajando para revertir su situación, que es complicada en lo económico». «La ciudad y la afición de Murcia merecen estar en el fútbol profesional y desde el CSD trataremos de ayudarle, dentro de nuestras competencias, como hemos hecho con todos los equipos. Mi esperanza es ver al Real Murcia en el fútbol profesional y consiguiendo éxitos», añadió.