El día mundial de la diabetes se celebró el pasado domingo día 15, una jornada fantástica para tirar unas bolas, ya que el golf es considerado por los expertos como uno de los mejores deportes que ayudan a sobrellevar esta enfermedad.

Es por todos conocido que el deporte es fundamental para tener una vida saludable, pero además para los diabéticos hacer deporte es como comer o dormir, algo necesario, algo obligatorio. La diabetes afecta al páncreas, el cual pasa a producir poca o ninguna insulina que contrarreste los niveles de glucosa en sangre, siendo además una enfermedad crónica. Para disminuir estos niveles los diabéticos deben inyectarse insulina externamente que metaboliza los hidratos de carbono, pero también mantener una dieta equilibrada y hacer deporte. El deporte quema el azúcar disminuyendo los niveles de glucosa y evitando así la tan peligrosa hiperglucemia. Por el contrario la práctica de un deporte duro en exceso puede hacer descender bruscamente dichos niveles, pudiendo provocar una hipoglucemia, por lo que el golf es el deporte ideal.

Entre los golfistas profesionales diagnosticados con esta enfermedad está el jugador de la Ryder Scott Verplank, diabético desde los 9 años, y la jugadora Michelle McGann, diagnosticada a los 13 años. Esta última puso en marcha (http://www.michellemcgann.com/ team_mcgann), Wear a Hat to Fight Diabetes (ponte un sombrero para luchas contra la diabetes). Michelle, conocida por jugar siempre con esta prenda comercializó una marca de ropa cuyo logo es un sombrero y los beneficios obtenidos de su venta se destinan a la luchar contra esta enfermedad.

Según Scott Verplank, el diabético debe hacer 5 comidas al día, dieta variada baja en hidratos de carbono, dormir bien, evitar el estrés, medicación adecuada y hacer deporte, sin duda, el caminar por el campo a lo largo de 5 km al aire libre, moviendo en cada swing el 25% de los músculos del cuerpo y la tranquilidad de una distendida partida con amigos es la mejor insulina para los diabéticos.