Jesús Samper, presidente del Real Murcia, vivió ayer en las oficinas de Nueva Condomina una jornada maratoniana de trabajo acompañado por su hombres de confianza. El máximo accionista del club pasó revista al capítulo económico de la entidad después de cerrarse la campaña de abonados con 5.127 socios, lo que supone casi dos mil menos que el curso pasado, lo que obligará al máximo accionista a tener que rascarse un poco más el bolsillo para poder afrontar los gastos corrientes de todos los meses, que ascienden a unos 200.000 euros. El presupuesto de la temporada, que volverá a estar en torno a los dos millones de euros, también se perfiló en la jornada de ayer y será presentado en la junta de accionistas que se celebrará, como ocurre anualmente, en el mes de diciembre.

Asimismo, el presidente también avanzó en la redacción del nuevo convenio de acreedores que se presentará ante el Juzgado de lo Mercantil que dirige la jueza María Dolores de las Heras. Después de conseguir el visto bueno del G-30 y la LFP, a los que adeuda la entidad 3,7 millones de euros, Samper ha asegurado que cuenta con el 60% necesario para poder solicitar un nuevo concurso, ya que con anterioridad contaba con la adhesión de un 33% de pequeños acreedores. Los planes del club pasan ahora por presentar un nuevo convenio para su aprobación que implica un calendario de pagos a cinco años sin hacer quita. La entidad comenzaría a abonar pagos en el momento que logre salir de Segunda División B. Este nuevo convenio es fundamental para garantizar la supervivencia de la entidad y también evitar que ningún acreedor pueda pedir la liquidación.