Aunque los matices deportivos del nuevo proyecto serán los últimos en conocerse, la realidad es que la idea de Jesús Samper, aprovechando que este verano hay más tiempo para la planificación deportiva, no es otra que la de confeccionar un equipo que pueda «arrasar» en Segunda B, ya que el ascenso sigue siendo la única vía de escape posible para un club que se sigue sujetando por las aportaciones del máximo accionista.

Algunos datos que Samper desveló a primeros de semana sobre la confección de la nueva plantilla han sido alentadores, ya que el abogado madrileño anunció que será un presupuesto que rondará los dos millones de euros, lejos de la cifra millonaria que tuvo Iñaki Alonso para salir del barro de la Segunda B, pero con la tranquilidad de que este verano se puede aumentar el nivel de acierto en las contrataciones, lo que puede mejorar los resultados de una campaña muy buena que se ha visto truncada por cómo el Murcia cayó eliminado a las primeras de cambio ante un Hércules de Alicante que demostró más ambición y más tablas a la hora de planificar una eliminatoria a vida o muerte en 180 minutos.

Por lo tanto, con las primeras pinceladas del nuevo proyecto y las primeras noticias de envergadura, el Real Murcia para el ejercicio 2015-2016 parece que nace todavía con más obligación de ascender que el curso anterior, aunque nadie ha dicho que vaya a ser sencillo. Con seis jugadores actualmente en la primera plantilla, sea quien sea el entrenador tendrá prácticamente que confeccionar un equipo nuevo, eso sí, con más tiempo que hace un año para minimizar el margen de error.