La marcha de Julio Velázquez era un secreto a voces. Ya se encargaron los responsables del Betis, que en unos días serán los nuevos jefes del salmantino, de filtrar la noticia justo hace ocho días, sin importarles que el Real Murcia estaba inmerso en la preparación de la primera eliminatoria de la fase de ascenso ante el Córdoba. Nadie en el club grana dio veracidad a la información, sobre todo, porque el entrenador había acordado con Jesús Samper sentarse a negociar su renovación cuando acabase la temporada. Confiaban en su palabra y en su seriedad, dos términos que no han parado de repetir los responsables murcianistas en las últimas semanas para referirse a su preparador. Sin embargo, el hecho de que Velázquez, en la rueda de prensa previa al choque en el Nuevo Arcángel de Córdoba, ni confirmase ni desmintiese el tema -sólo habló de «rumorología»- reforzó los titulares llegados desde Sevilla.

El fin del sueño del ascenso a manos del Córdoba ha acabado de golpe con la incógnita. Julio Velázquez dirigirá la próxima temporada al Real Betis. Junto a él también se marchan Miguel Ángel Baltanás, su segundo en el banquillo, y Luis Arnau, preparador físico de la plantilla. Lo curioso es que pese a que la noticia saltó a los medios de comunicación hace una semana, el salmantino nunca se puso en contacto con los que le pagan para confirmarles su decisión.

Solo ayer, en una reunión con Jesús Samper, tal y como informó el club en un comunicado, Velázquez anunció que se marchaba. Lo que más malestar ha generado en Nueva Condomina no es su adiós, sino su falta de palabra. Y es que, después de la victoria ante el Mirandés, el presidente de la entidad y el salmantino se sentaban y tras una conversación informal, en la que se habló de continuidad, se llegó al acuerdo de que todos los detalles de la renovación se negociarían a la conclusión de la temporada, con el objetivo de no desviar la atención de lo realmente importante, que en ese instante, con la permanencia ya asegurada, era el play off.

Pero la sensatez y la tranquilidad que Velázquez transmitió a Jesús Samper era solo una pose. O eso es lo que se desprende de la actitud del salmantino, que, sin dar opción al club a hacer una contraoferta o a expresar sus intenciones con vistas al futuro, decidió comprometerse hace casi dos semanas con el Real Betis, sin importarle, además, que el equipo murcianista estaba inmerso en una de las fases más importantes del curso, la de clasificarse primero para la liguilla de ascenso y la de afrontar después la eliminatoria inicial contra el Córdoba.

Pero ese mal gesto no ha sido el único de un entrenador que acababa contrato el 30 de junio. Según comentarios deslizados por uno de los responsables técnicos del Betis, uno de los motivos por los que el salmantino ha decidido abandonar el Real Murcia es porque acumulaba tres meses sin cobrar. Información que ayer fue desmentida a este diario por fuentes del club grana. «Solo se les debe una nómina, y ahora les pondremos al día. Era algo que estaba hablado y que había sido aceptado por ellos», señalaban a esta redacción.

El juego de Julio Velázquez, que en su nueva aventura tras hacerlo ayer oficial el Real Betis, firmará por un año y tendrá una ficha que alcanzará los 400.000 euros, también llegó a la sala de prensa. Ayer convocaba a los medios para leer una nota en la que tuvo agradecimientos para todos, desde Jesús Samper hasta la afición. No hubo más explicaciones, ya que, pese al descontento de algunos de los periodistas allí presentes, el técnico se negó a aceptar preguntas -algo que no se detallaba en la convocatoria- y a explicar por qué, en vez de normalizar su marcha, lo ha gestionado todo a las espaldas del Real Murcia.