Jesús Samper, el presidente y máximo accionista del Real Murcia, regresaba ayer a la primera fila de batalla después de no haber estado todavía en ningún partido de su equipo desde que arrancó la Liga. El abogado madrileño, que se convirtió en el foco de las críticas después del desastre del pasado curso, comprobó ayer como las aguas han vuelto a su cauce y cómo los resultados han conseguido calmar a una afición terriblemente cansada. «Lo mejor de todo es que no ha pasado nada. Yo no vengo al palco ni por los aplausos ni por las discrepancias. Los aplausos son para el equipo y los jugadores, porque para nosotros lo importante es seguir trabajando por la buena salud del club», explicó el presidente antes de retomar el rumbo hacia la capital de España.

La primera pregunta a la que tuvo que hacer frente el propietario del Real Murcia era la impresión que le había dejado el equipo después de verlo en directo por vez primera: «Aunque no he estado en ningún partido del equipo, los he estado siguiendo todos. He visto al equipo muy bien y con el mismo espíritu que al comienzo de la temporada. El Córdoba ha venido a hacer su partido y yo me marcho muy satisfecho con el trabajo de nuestros jugadores». Sobre las decisiones arbitrales, Samper parece que ha aprendido la lección de manera perfecta. Mientras que la temporada pasada llamó «golfo» al colegiado Pérez Pallás, ayer, tras varias decisiones polémicas a lo largo del partido, que «sólo debe de juzgarlas el presidente del Comité de Árbitros».

«La verdad es que ya tenía ganas de volver al palco, pero tenía y tengo una serie de compromisos que a veces no me permiten estar todo lo cerca del equipo que yo quisiera. Nuestro equipo ha demostrado que tiene mucho compromiso y se trata de otro motivo para felicitarnos todos. Todo el mundo muestra ahora mismo su beneplácito por algunas cosas que se han hecho bien», dijo Samper cuando volvió a ser cuestionado por el tiempo que hacía, unos cinco meses, que no acudía al palco de Nueva Condomina.

La afluencia de público al estadio y las dudas en la confección de la plantilla fueron otros de los temas que abordó el presidente: «Es normal que venga más gente porque estamos bastante bien. Es verdad que nadie daba un duro por este equipo y todos los jugadores demuestran una entrega que es digna de mención. La gente quiere lo mismo que yo, que es disfrutar con el equipo y los futbolistas lo están dando todo en cualquier momento estén en las circunstancias que estén. El objetivo sigue estando muy claro, ya que hay que llegar salvados a la jornada cuarenta y dos y seguir mejorando cada vez un poco más. Yo quiero un equipo con compromiso y ahora mismo estoy satisfecho y no tengo motivos para quejarme».