Un árbitro de fútbol de Cartagena de 24 años de edad, Samuel de Haro, fue agredido ayer brutalmente por dos jugadores del CD Mediterráneo y un aficionado que presenciaba el encuentro de categoría juvenil que disputaron el conjunto cartagenero y el Real Murcia. Como consecuencia de las agresiones, el colegiado sufre una fisura en la mandíbula, además de fuertes contusiones, y por ello tuvo que ser atendido en el servicio de urgencias del hospital Santa María del Rosell. Los hechos ocurrieron cuando faltaban diez minutos para el final. Según testigos presenciales, un delantero del equipo local estrelló un lanzamiento en el larguero y reclamó que el balón había entrado en la portería. El árbitro indicó que continuara el juego, originándose una tángana provocada por el futbolista local y uno de sus compañeros, que le propinaron un cabezazo y varios puñetazos. El colegiado cayó al suelo con motivo de los empujones que recibió y entonces le propinaron varias patadas, alguna de ellas en la boca, comenzando a sangrar de forma abundante. Acto seguido se unió un aficionado, requiriéndose entonces la presencia de la fuerza pública a través del 112. Samuel de Haro tenía previsto presentar ayer denuncia contra los agresores.