El novelista murciano Jerónimo Tristante (Murcia, 1969), creador del detective del siglo XIX Víctor Ros -que protagoniza una serie de novelas llevadas a la televisión- ha ganado el Premio de Novela Ateneo de Sevilla con la obra Nunca es tarde, una historia negra protagonizada por una ama de casa. Jerónimo Tristante es colaborador de la opinión y escribe artículos semanales en su sección Jerónimo Bites.

En una cena de gala celebrada anoche en el Alcázar de Sevilla, en la que este premio dotado con 24.000 euros, se ha conocido también la obra ganadora del Premio de Novela Ateneo Joven -dotado con 6.000 euros-, que ha sido para la novela titulada "La torre invertida", de Tania Padilla (Córdoba, 1985).

Nunca es tarde está ambientada en el pirineo aragonés y transcurre en la actualidad, no como la mayoría de las novelas de Tristante, que tienen lugar, como las protagonizadas por Víctor Ros, en el XIX o en el pasado reciente de España.

Tristante ha explicado que la protagonista de Nunca es tarde es una mujer de 42 años que comprueba que su marido la ha engañado al mismo tiempo que sus hijos abandonan el hogar y que se enfrenta a la desaparición de una niña del pueblo en el que vive, un suceso que ella relaciona con unos crímenes perpetrados en el mismo lugar 43 años antes.

La protagonista, ante la incomprensión general, logra aclarar el suceso adivinando que la desaparición de la niña forma parte de una serie de crímenes que se repiten como sucedió casi medio siglo antes.

Tristante ha explicado que su protagonista está inspirada en otras mujeres que él ha conocido, algunas amigas suyas, que al acercarse la madurez han comprobado que la vida que han llevado hasta ese momento se ha sustentado en falsedades.

El escritor ha confiado en que los lectores notarán que la escritura de la obra le ha supuesto un disfrute y, en comparación con sus otras obras, "una relajación", ya que al no tratarse de una novela de carácter histórico, como las que acostumbra a escribir, se ha ahorrado el trabajo previo de documentación.

También ha asegurado que se trata de una obra "especial" para él, ya que la escribió el verano pasado, cuando pudo desentenderse de los compromisos de trabajo habituales, y le sirvió para superar un mal momento en el plano personal.

Biólogo de formación y profesor de Biología en enseñanza media, Tristante es autor, además de la serie de Víctor Ros, de las novelas El tesoro de los nazarenos y Océanos de tiempo.

Por otra parte, la ganadora del Ateneo Joven, Tania Padilla, ha explicado que La torre invertida es una obra metaliteraria porque también recoge el proceso de creación de la novela, ambientada en Portugal, y es una especie de homenaje a este país.

Entre otros personajes, en La Torre invertida figura el Rey Manuel, el último monarca de Portugal, que vivió en el Reino Unido consagrado a tareas propias de un erudito, como recopilar libros antiguos y escribir tratados de historia portuguesa.

También un joven poeta llamado Fernando Pessoa, que pasa apuros económicos, escribe en periódicos y se reúne con sus amigos en A Brasileira, el famoso café del Chiado lisboeta.

Padilla ha asegurado que su obra está impregnada de aire mítico y que se debe a su amor por Portugal, un país que conoce bien y en el que acostumbraba a pasar las vacaciones familiares.

La protagonista de la novela se propone contar la historia de la construcción de la Quinta da Regaleira, en Sintra y en cuyos jardines se encuentra la torre invertida, metáfora del descenso a los infiernos.

Padilla disfrutó de una beca de la Fundación Antonio Gala para jóvenes creadores y ha publicado Nosocomio: el diamante negro y Un secuestro raro, por la que recibió el I Premio Logroño para Jóvenes Escritores.