En 1987 publicó su primer disco con Los Ronaldos. En febrero de este año salía a la luz El último hombre en la tierra, su séptimo trabajo de su carrera en solitario. Más de tres décadas de una trayectoria de la que Coque Malla (Madrid, 1969) hablará esta tarde en Los Molinos del Río, cerrando el congreso Big Up! Además, mañana ofrecerá un pequeño concierto en la sala REM, que será «especial»,´ ya que es la primera vez que sube a un escenario desde el reciente fallecimiento de su madre, la actriz Amparo Valle, hace unos días. «Ahora toca actuar», dice.

Va a dar la 'charla inspiración', ¿cree que puede inspirar a otros músicos que asisten al congreso del Big Up!?

Bueno, habrá cosas en las que les inspire y otras que no les sirva para nada; creo que cada uno se hace su camino y las circunstancias y los tiempos son muy diferentes según cada uno. Además, soy la persona menos didáctica y consejera del universo. Me da terror dar consejos, porque cada universo personal es muy particular; pero voy porque a la vez creo que habrá gente que no tendrá ni idea de hacia dónde tirar y quizá escuchando el camino que yo he recorrido, como yo he visto el de otros, se animará y alguna pista le dará, pero no creo ser maestro de nada, voy para echar una mano, no porque tenga las claves de cómo se debe andar este camino, de hecho, yo no me he aplicado ninguna, me he movido por instinto, suerte, trabajo...

¿A usted le ha inspirado algún músico en particular?

Muchísimos, todos los que me han gustado, me gustan y me gustarán. La música se nutre de música, porque así funciona... es el alimento o el aire, los músicos respiramos música y la transformamos en música. No tengo que buscar un solo músico, sino que todos los que escucho, incluso, aunque resulte paradójico, a lo mejor la música que no me gusta también me ha inspirado, aunque sea para saber lo que no hay que hacer.

¿Cuál es la clave del éxito para un artista?

Soy absolutamente inconsciente... si la tuviese quizá sería multimillonario, pero no creo que nadie la tenga. Hay gente que sabe apretar la tecla que hace que su música conecte con los demás, pero ni siquiera esa gente tiene asegurado el éxito. Es que no existe... puede ser que los que tienen éxito tienen la suerte de contar cosas con las que los demás se sienten identificados, pero es algo muy complejo.

El lema del Big Up! es Soy músico emergente, soy emprendedor, ¿hasta qué punto los artistas también deben ser conscientes de que forman parte de la industria, más allá de la creación?

No creo que haya que hacer un ejercicio brutal para darse cuenta de que forma parte de una industria. Es así, si te haces profesional y dedicas a ello tu vida, no tienes que hacer ese ejercicio. Hay un momento para estar en casa solo, aislado, inspirado y ser artista bohemio o atormentado, y otro momento para hacer entrevistas o si estás empezando, meterte en internet para comprar un billete de tren si tienes un concierto. Y ahí se acabo la bohemia, la poesía y la tortura espiritual.

¿Y como está la industria? ¿Es un buen momento para ser 'músico emergente'?

Es muy complicado. La industria está muy rara, las reglas han cambiado y es un momento interesante. Si piensas en el sentido burgués de si vas a ganar dinero, pues no es el mejor momento, pero uno se hace músico por la necesidad de contar historias y de expresar algo, no para pagar la hipoteca ni tener seguridad laboral. Así que da igual la situación de la industria, si eres músico, al menos en un principio, no te debe importar.

Después de tantos años, ¿ha tenido algún momento de querer tirar la toalla?

No, nunca, jamás me lo he planteado... Es lo que hago, es lo que soy. Es como si le preguntas a alguien cuando lo ha pasado mal por qué no se ha suicidado, esto es igual. Cuando te va mal te buscas la vida para que te vaya mejor, pero no piensas en dejarlo porque es tu vida, es tu profesión.

Decía al presentar El último hombre en la Tierra que, entre otras cosas, le ha movido la curiosidad por la música para adentrarse en nuevos terrenos más complejos. ¿Mantener la curiosidad sería un buen consejo para los músicos?

Es muy necesaria para seguir siendo joven como músico, lo que es fundamental. Al igual que los humanos envejecemos y morimos, los músicos también. La manera de envejecer como músico es deteniéndote en un lugar, lo que no significa tener que hacer giros muy bruscos ni cambiar de arriba a abajo, sino de seguir investigando zonas desconocidas dentro de tu terreno.

Además de la conferencia, va a ofrecer un concierto para un aforo muy reducido, ¿es muy distinto a llenar teatros?

Son diferentes, es interesante volver a Murcia al poco de haber estado en un teatro grande [el Teatro Circo] con toda la banda y el equipo. Ahora voy yo solo con la guitarra y va a ser muy diferente, pero me apetece mucho, porque en giras anteriores había más conciertos de este tipo que grandes, con banda, y este año es al revés, todos son grandes y me apetece un concierto con poquita gente, yo solo, para recuperar cierta libertad. La gira de El último hombre en la tierra es muy armada, con un guion que hay que seguir, así que este sábado vuelvo a hacer algo que me encanta, hacer lo que se me ocurra, rescatar canciones raras... me apetece mucho.