Cartagena se inundó ayer de cultura con la celebración de la Noche de los Museos. Todo el municipio, y no las calles principales como en anteriores ediciones, vivió una intensa jornada que comenzó por la mañana con actividades para los más pequeños y rutas guiadas que recorrieron la ciudad de la mano, entre otros, del cronista oficial de Cartagena y colaborador de LA OPINIÓN, Juan Ignacio Ferrández.

No sólo la ciudad disfrutó de la cita cultural, ya que barrios y diputaciones también se sumaron a la celebración del ya tradicional día con actividades, como la visita guiada al centro de interpretación de Cabo de Palos, por la mañana.

No obstante, el grueso de las visitas se registraron en los yacimientos y museos del centro de la ciudad. Las previsiones de superar las cifras del pasado año, cuando 80.000 personas recorrieron los centros de interpretación y salas museísticas de la ciudad, se cumplieron con creces gracias a la apacible jornada más típica de la época estival y el incremento en el número de iniciativas que se llevaron acabo.

Aunque la concejala de Turismo, Obdulia Gómez, no quiso aventurarse a dar una cifra concreta de visitantes, las calles y las colas en los museos -la del Teatro Romano se comenzó a formar a las siete de la tarde cuando la apertura de puertas llegó a las ocho y media- dieron muestra de que el objetivo sería más que superado. Y no sólo por los cartageneros, sino también por visitantes de localidades limítrofes y ciudades cercanas que aprovecharon el día para conocer aún más Cartagena.

Además de los centros de interpretación, las calles también se sumaron a la iniciativa cultural con animaciones y actividades musicales, como en la plaza San Francisco, la plaza del Ayuntamiento o la plaza Alcolea.

Bares y hoteles

El presidente de la Asociación de Hosteleros de Cartagena y Comarca (Hostecar), Juan José López, indicó que la Noche de los Museos siempre suele tener buenos números para el sector, ya que los ciudadanos acuden a los museos, pero también aprovechan para disfrutar de las terrazas. Además, el permiso para mantener los veladores se elevó hasta las tres de la mañana, por lo que las consumiciones también se multiplicaron, tal y como expresó López, que aunque no quiso cifrar el aumento de ventas sí que habló de un incremento considerable, a la altura de las cruces de mayo, ya que también tuvieron permiso los bares para incorporar barras a la vía pública.

Por su parte, el presidente de la Agrupación de Hoteles, Juan Carlos García, también significó que las pernoctaciones eran superiores a las del año anterior, aunque lo achacó a los eventos deportivos que se celebran este fin de semana en la ciudad. «Es cierto que llevamos cuatro meses con mayor ocupación que en 2015, alrededor de un 5% más, aunque no podemos decir que en este fin de semana se deba a la Noche de los Museos, ya que se celebra en la gran mayoría de ciudades y no provoca tanto movimiento de turistas». No obstante, García sí que reconoció que «una actividad así es buena para mostrar una ciudad llena de cultura y de actividades, para que la gente venga más». Según el presidente de los hoteleros, el aumento de pernoctaciones en fines de semana evidencia que la ciudad crece turísticamente.

Un crecimiento que también se comprobó en las colas para acceder a los museos, donde se dieron cita cartageneros y visitantes, sobre todo del extranjero, que no quisieron perderse la oportunidad de visitar unos yacimientos que continúan sumando visitas e incrementando las cifras de los años anteriores.

El servicio especial de autobuses y de seguridad por parte de la Policía Local permitió que la jornada se celebrase sin incidentes reseñables.

MURCIA

Es allí, bajo paredes robustas, suelo encerado y respetuoso silencio, donde guardamos la cultura, el arte y la historia de nuestra ciudad. Centros del saber que inspiran tanto respeto a sus visitantes -entre firmas ilustres o el pasado adjunto de las piezas exhibidas- que en ocasiones puede parecer lugar reservado para las altas esferas. Tal vez por ello, desde 2005 reservamos una noche para popularizar y deambular por este lugar, el museo; o, más bien, museos. Los de Bellas Artes, Arqueológico y de Santa Clara, el conjunto monumental San Juan de Dios, el Centro Párraga y la Sala Verónicas; el de la Ciudad, el Ramón Gaya, el Palacio Almudí, el Museo de la Ciencia, Los Molinos del Río y la Casa del Belén en Puente Tocinos; también el Museo de la Catedral, Museo Salzillo, Museo de la Sangre, Museo de la Universidad, la Fundación Cajamurcia y el Casino de Murcia. Dieciocho espacios que desde el martes pretenden acercar a los vecinos de la capital a las instituciones culturales.

El programa, que cuenta con más de un centenar de actividades, llegó a su punto de mayor apogeo ayer, en una jornada que fue creciendo en intensidad y número de asistentes y participantes con el paso de la horas. Y es que ´La noche y el día de los Museos´ -nombre oficial para estos cinco días de cultura a granel- no buscó una audiencia pasiva, como declaró la directora general de Bienes Culturales (María Comas), sino la implicación absoluta de los invitados a esta «fiesta de la cultura», que comenzó ayer con un multitudinario concurso de pintura infantil para niños en Belluga. ¿El tema para estos jóvenes artistas? Los museos -o el entorno patrimonial de la plaza-, como no podía ser de otra manera. Los ganadores se conocerán el 3 de junio y sus trabajos se expondrán en el Museo de la Ciudad y el Museo Arqueológico.

Como ya ocurriera en ediciones anteriores, ellos, los niños, volvieron a ser el centro de atención durante las actividades que tuvieron lugar durante la mañana y la tarde; especialmente en la sala Caballerizas de los Molinos del Río. Una muestra de cine infantil (´De Tintín a Pixar´) y la actividad ´Retratos en el museo´ -con un mini estudio fotográfico para retratar a los visitantes- protagonizaron la tarde de las familias que decidieron pasar el sábado entre cultura y música, la de Myuko y Empanito Dj. Otro de los espacios que se llenaron de niños ávidos de cultura fue el Museo Arqueológico de Murcia con el taller ´¡Arqueólogos en apuros!´, la visita ´Los rincones secretos del MAM´ y el espectáculo ´Esto es magia´, a cargo de los ilusionistas Rubén Ortega y Fernando Abad.

No obstante, el grueso de la jornada comenzó después de que el reloj tocara las nueve y se extendió hasta la madrugada del domingo. Tanto, que la concejalía de Cultura amplió el horario del autobús turístico hasta las doce de la noche para, de forma gratuita, facilitar el acceso de murcianos y visitantes a los museos municipales y regionales del casco urbano. Una de las paradas obligadas fue el Ramón Gaya; o, más bien, Santa Catalina. Las actividades salieron a la calle, donde se expusieron los autorretratos que durante jueves y viernes se hicieron, en directo y frente al espejo, artistas como Nono García, Carmen Cantabella o Severo Almansa.

La música también fue protagonista en el Gaya, con las actuaciones de Musical Mastia y Patricio Belda, así como de la Agrupación Musical de Beniaján. En el Museo Arqueológico la protagonista fue la cantautora Susana Re, y en el de Bellas Artes el plato fuerte de la noche fue el espectáculo ´EntreComicJazz´ -además de la muestra de grabados, obras de Manuel Pardo, Elisa Ortega y Manuel Delgado-. En el Museo de la Ciudad fue el grupo TUA, con las Cantigas de Santa María, y en el Almudí, un homenaje flamenco a Miguel Hernández de la mano de Antuán Muñoz.

Aunque, por supuesto, la noche fue para las colecciones y visitas guiadas que los museos extendieron hasta la madrugada. El propio alcalde, José Ballesta, fue el encargado de guiar a los visitantes del Museo de los Coloraos por la exposición ´Lazos de Sangre´, a la luz de las velas y acompañados por música de capilla. Pero los partícipes de esta ´Noche de los museos´ viajaron por la Edad Media (Museo de la Ciudad), al-Ándalus (Fundación Cajamurcia) e incluso la mente multidisciplinar de Concha Jerez, última ganadora del Premio Nacional de Artes Plásticas (Sala de Verónicas). Pero el lugar daba igual. Las paredes robustas, el suelo encerado y el respetuoso silencio abrieron sus puertas sin distinción y la cultura acogió gustosa a los murcianos una vez más. ¿Dónde? En sus museos.