¿Cuál es la línea que conecta La Alcarria y Kentucky? ¿Cómo se produce?

Es la misma línea que conecta a las personas normales, con sus sentimientos, sus inquietudes, sus alegrías y sus penas. Las influencias que tenemos las presentamos una frente a otra de una manera natural y sin forzarlas, y las lagunas que puedan darse, fruto de incompatibilidades u otros motivos, las rellenamos con cosecha propia.

¿Tenéis alguna relación con la musicología o la etnografía, o lo vuestro es más música popular?

No, no somos musicólogos ni etnógrafos. Pero somos observadores, que es un requisito indispensable para crear canciones. Nuestro objetivo no es sentar cátedra, ni salvaguardar nada. Lo que intentamos es hurgar en las entrañas del oyente.

Tras dos álbums y dos EP's, ¿Arte y orgullo es una obra menos bucólica y mucho más contestataria que las anteriores? ¿Habéis adoptado una posición más explícita?

Sí, socialmente es un disco explícito, pero eso es fruto de hacer canciones autobiográficas. Hank Williams decía que si vas a cantar algo, canta sobre algo que conozcas. Y por cuestiones de honestidad, así intentamos hacerlo. Y también por cuestión de naturalidad: nadie es ajeno a lo que le rodea, y en este disco reflejamos el entorno en el que vivimos.

En ¿Quién electrificaría su alma? proclamáis que jamás enchufareis vuestros instrumentos («Estas son nuestras armas: mandolina y guitarra, para quién quiera escucharlas»). ¿Se trata de una declaración de principios o tiene alguna carga irónica que se me escapa?

Lo que oyes es lo que es. Hablamos sobre nuestros instrumentos y sobre cómo los vemos y los sentimos.

Algunos pueden pensar que reivindicar a Bill Monroe es un gesto de cara a la galería.

Bueno, Bill Monroe no goza de demasiada popularidad en este país. Un gesto de cara a la galería sería reivindicar a, no sé, ¿Raphael, por ejemplo?

La canción Arte y orgullo -y, por ende, el título del disco-, ¿es una oda al oficio artesano? ¿Clamáis contra la no desaparición?

De amor al oficio, en general. Porque sí que hace tiempo que vamos viendo, en la vida cotidiana, que se pierden los oficios. Que no quedan, que se pierde eso de la persona que hace su trabajo, que le gusta y disfruta con ello. Pero tampoco lo planteamos como una declaración de principios.

Maldita urraca creía que era una canción tradicional, pero es una letra de Roberto. ¿Qué la inspiró?

Ya nos han dicho antes en otras entrevistas que pensaban que era tradicional. ¡Y es un halago! De nuevo, esta canción es fruto de observar la realidad, de ver cómo se mueven las urracas, de ver qué intentan llevarse a su nido y qué no podrán llevarse jamás.

¿De qué va Trabajando en la MCA? Nombráis a Lynyrd Skynyrd. ¿Es una canción crítica con los sindicatos?

Es una canción crítica con el sistema sindical que tenemos, el que está atado corto a base de subvención. Pero existen otros sindicatos que no entran en esa categoría y que si recibieran más apoyo de la clase obrera no tendríamos que hacer canciones sobre urracas.

¿Creéis que estamos demasiado sometidos a estructuras musicales anglosajonas en general? ¿Cuál es vuestra apuesta en cuestiones de sonoridad?

Sí. De hecho, estamos convencidos de que es todo por el bombardeo. Es lo que suena en la radio, en la televisión, en todas partes. Vas a una tienda -que ahora las tiendas tienen la música puesta a toda castaña- y es todo música? no de raíz anglosajona, sino del mercado anglosajón, que es muy distinto. Nuestra apuesta es que se puede hacer música con sonoridades y procedencias distintas y estar compitiendo en la misma liga que ese tipo de música. No sé si se puede, pero lo estamos intentando.

Volviendo a Arte y orgullo, no solo la manera de tocar es tradicional, sino también la de grabar, ¿no?

Realmente, nuestra manera de tocar no es tradicional. El fondo es tradicional, la forma es innovadora. Es decir, manejamos conceptos próximos a la música tradicional, pero los motivos, las líneas, los ornamentos? no son tradicionales. Respecto a la grabación, este disco está grabado con tecnología ambisónica. Es un sistema que, aunque data de los años setenta, está muy poco explotado en grabaciones de música popular. O sea, que podríamos considerarlo un uso vanguardista, ya que la manera de grabar más habitual hoy en día es hacerlo por pistas.

Habéis comentado alguna vez que el problema de la música popular en España era que, mientras el folk de raíces de EE UU se iba adaptando a la actualidad, aquí eso no ocurría, y vosotros aspirabais a conseguirlo. ¿Creéis que, de entonces hasta ahora, se ha avanzado mucho?

El problema es que en este país solemos mirar con complejo todo lo nuestro, ya sabes; de manera recurrente se suelen oír frases como «en Alemania trabajan mejor», «los franceses si que saben organizarse», «esto está fabricado en EE UU, es de calidad», y ese tipo de cosas. Pues con la música pasa lo mismo, parece normal ver escuchar a un americano cantar un blues, pero hay quien ha escrito que somos unos 'frikis' por cantar romances. Es ese complejo. Nosotros, como muchos otros grupos que hacen folk basándose en la música tradicional, intentamos dignificar nuestra herencia y nuestro origen. Puede que se vayan rompiendo barreras, pero queda mucho por hacer. Por suerte hay muchísimos músicos haciendo cosas interesantísimas en el circuito de folk.