El salón rojo del Museo de Arte Sacro de Orihuela cuenta desde ayer con un nuevo atractivo tras la restauración de La adoración de los Reyes Magos que se ha llevado a cabo en su taller. La limpieza guardaba una grata sorpresa, ya que ha permitido al profesor Joaquín Sáez Vidal descubrir quién era su autor: el murciano Lorenzo Suárez, de quien sólo se conocen tres obras, dos de ellas situadas en la iglesia de La Merced de Murcia y procedentes de su primitivo retablo mayor: San Ramón Nonato cuando le fue puesto el candado y Comunión de San Ramón Nonato. La tercera obra hasta ahora conocida de este pintor murciano del siglo XVII era Martirio de San Ángelo, perteneciente a una colección privada.

Los tres estaban firmados, pero en este caso la rúbrica había quedado oculta por el paso del tiempo y no hubiera sido posible confirmar la autoría sin el trabajo de restauración. Este se ha realizado gracias a la cesión del lienzo por parte de sus propietarios, Óscar García y Antonio Pascual, quienes compraron la obra en el año 2000 procedente de un palacio de Orihuela.

El director del Museo de Arte Sacro, José Antonio Martínez, destacó ayer que la obra que ahora se exhibe es una escena bíblica con la que no cuenta el Museo: La adoración de los Reyes Magos, en la que se representa la escena bíblica en la que los tres Reyes Magos acuden a conocer al Mesías entregándole oro, incienso y mirra.

Recuperar la luz del cuadro, ya de por sí oscuro, sobre todo «en el centro como en los fondos de la imagen», según explicó el historiador Mariano Cecilia, así como hacer visible de nuevo la firma del autor y arreglar los desperfectos han centrado los trabajos del museo.

Lorenzo Suárez, explicó Cecilia, es uno de los principales pintores murcianos de la primera mitad del XVII. Nacido en 1590, fue compañero de aprendizaje del también murciano Cristóbal de Acebedo. Junto al maestro del barroco jumillano Pedro Orrente, con quien mantuvo una relación profesional, representa la pintura más destacada en Murcia de esa época y se le atribuye su formación al pintor italiano Vicente Carducho.

Cecilia relató además las diferentes influencias artísticas que se aprecian en el cuadro, como el tratamiento de la luz, que lo acerca a la obra de Zurbarán -aunque sin el uso del blanco propio de la obra de este-, y también, por los tonos tostados, a la de Acebedo.

Su origen se ve reflejado en el nivel de detalle de los tejidos de los personajes, ya que su padre era bordador, profesión que también le atribuyen algunos historiadores.

La importancia de esta pieza queda plasmada en su lugar de exposición, ya que se ha instalado en el Salón Rojo o Sala del Trono. Se trata de la sala ´estrella´ del Museo Sacro, al albergar las pinturas más representativas de los autores del siglo XVII, que forman la mayor parte de la colección del centro diocesano, con un cuadro Velázquez como principal reclamo.

Pieza del mes

La adoración de los Reyes Magos será la ´pieza del mes´ del Museo Sacro oriolano, por lo que los escolares y demás visitantes del Museo podrán conocer la obra en profundidad la pieza.