Suele pasar. O pasa a veces. Cuando un torero actúa en la tierra de un compañero al que tiene cariño, respeto o admiración -o las tres cosas a la vez-, y encima coincide con él en el cartel, a veces tiene el gesto de brindarle un toro a ese compañero.

Lama de Góngora, sevillano, actuaba ayer en Murcia con dos toreros de la Región: un murciano, Pablo Belando, y un calasparreño, Filiberto. Y quiso tener el detalle de brindarles a los dos de manera conjunta su segundo novillo.

«Estoy orgullos de poder torear con vosotros en vuestra tierra, y ojalá este cartel se pueda repetir muchas veces de matadores de toros, como figuras del toreo», dicen que les dijo.

Ojalá se cumpla su deseo.