Es componente de un grupo de rock llamado El Viaje y ha sido protagonista de varios musicales, entre otros trabajos que forman parte de una trayectoria a la que ahora suma ser ´el chico´ de Amistades Peligrosas, «un grupo comprometido, con una ideología con la que me identifico, porque si no, aunque me hubieran llamado de otro grupo con mucho éxito, no lo hubiera podido hacer», dice Manu Garzón. Reconoce que Alberto Comesaña tenía un estilo muy personal, «que gustaba y disgustaba a partes iguales», pero que hasta ahora lleva muy bien las comparaciones. «Yo voy a lo mío y a lo que sé hacer, y hasta ahora estamos teniendo mucho éxito con los conciertos», afirma. Ahora, espera «con ese punto de nervios necesario» la respuesta ante la salida de su primer disco con Amistades Peligrosas. «Lo bueno es que no tenemos la presión de una gran discográfica detrás. Hemos hecho un trabajo despacio, sin ponernos fecha y trabajando con gente muy buena. Pero más allá del éxito, nuestro objetivo es este compromiso que se ve en las letras», explica. Su paso del rock al pop y a estos estilos diferentes que recoge El arte de amar supuso para él un reto, «pero solo al principio. Ahora es algo natural y se nota que Cristina y yo estamos muy compenetrados». a. g.