La inversión debe mantenerse en regiones de Europa que registren un bajo crecimiento. Y este requisito se atañe a comunidades como la Región de Murcia. Así lo ha pedido la Eurocámara, cuyo pleno de este martes solicitó el mantenimiento de los fondos europeos de cohesión para los territorios de la Unión Europea que presenten bien un crecimiento del PIB "de escaso ritmo" o bien estén considerados de "renta baja".

Además de la Región de Murcia, hay otras tres comunidades españolas que cuentan con un PIB cercano a la media comunitaria pero de escaso ritmo de crecimiento: es el caso de Andalucía, Castila-La Mancha y Canarias. Sin embargo, la circunstancia de una región considerada de renta baja no se da en ninguna autonomía española.

Esta catalogación se basa en un informe sobre competitividad regional publicado por la Comisión Europea en abril de 2017, que incluye un estudio de 47 regiones de 8 países miembros.

La resolución de la Eurocámara, aprobada con 488 votos a favor, 90 en contra y 114 abstenciones, se centra en la necesidad de que la Comisión Europea y las autoridades competentes a escala estatal, regional y local sigan apostando por las inversiones en estas regiones con el objetivo de reforzar la cohesión entre territorios, según informa Europa Press.

A pesar de la presión sobre el presupuesto europeo debido a la salida de Reino Unido de la Unión prevista para 2020 y el consiguiente agujero en las aportaciones de los Estados miembros, la UE "debe seguir apostando por proyectos de inversión" que ayuden a reducir las desigualdades territoriales, según se recoge en el documento.

"Los efectos negativos de la crisis económica y financiera», especialmente en las regiones de menor crecimiento, "han reducido el margen de la política presupuestaria y han traído recortes en la inversión», según la resolución, por lo que es necesario definir "estrategias a medida» para cada región. En concreto, los eurodiputados pidieron que se "definan las regiones menos desarrolladas" teniendo en cuenta la clasificación NUTS III y se potencien "las actividades productivas locales" a través del fomento del turismo sostenible, la economía circular, la transición energética local y la agricultura.

El impulso a la educación y la formación debe ayudar, según la Eurocámara, a reducir el desempleo entre los jóvenes y "animarlos así a permanecer en estas regiones". Además, la resolución incide en la necesidad de facilitar el acceso al crédito para las pymes y apoyar y mejorar la gestión de las administraciones regionales.

"No debemos olvidar el papel fundamental de la política de cohesión para el impulso de la competitividad. Las regiones menos desarrolladas parten de una situación de desventaja, ayudarlas debe ser una prioridad para la UE", ha asegurado la ponente parlamentaria Michela Giuffrida.