La Consejería de Agua y Agricultura contará en 2018 con un presupuesto de 180 millones de euros, un 15,21% más que este año, con la «misión prioritaria absoluta» de paliar la grave sequía en la Región. Así lo indicó ayer el consejero, Francisco Jódar, en su comparecencia en la Asamblea Regional para desglosar las cuentas de su departamento para el próximo año.

Jódar avanzó que destinará 48 millones de euros para conseguir el mayor aprovechamiento del agua, fomentar la sostenibilidad de la actividad agraria y poner así más caudales a disposición de los regantes. «Destinaremos cada euro de este presupuesto a buscar más recursos para nuestros agricultores, al aprovechamiento de cada gota de agua, a mejorar más si cabe la eficiencia de nuestros regadíos y a poner en valor la ganadería, la pesca y la acuicultura», subrayó el consejero.

Asimismo, como novedad, el próximo año se pondrán en marcha cinco líneas de subvención para las comunidades de regantes, derivadas de los presupuestos participativos, destinadas a sustitución de grupos de bombeo alimentados por gasoil por otros alimentados con energías renovables, renovación de conducciones de agua obsoletas para reducir pérdidas de agua, construcción de balsas de regulación, uso de energía solar fotovoltaica y mejora y puesta en valor de infraestructuras tradicionales de riego. Estás líneas cuentan con un presupuesto conjunto de un millón de euros.

En esta misma línea, el titular de Agua explicó que se ejecutarán inversiones en infraestructuras de regadío en comunidades de regantes por un importe de 9,1 millones, teniendo muy en cuenta aquellas que aprovechen las aguas regeneradas.

Jódar también señaló que se destinarán 6,7 millones para mejorar la calidad de las aguas del Mar Menor y para la sostenibilidad de la agricultura de regadío de la zona con la monitorización de todos los cauces, la ejecución de tanques de tormenta o una red de lisimetría destinada a cuantificar el agua que drena la irrigación.

Balsas para evitar arrastres

Igualmente, el presupuesto para 2018 contempla la construcción de balsas ambientales con la doble función de evitar arrastres al Mar Menor y captar agua de lluvia para ponerla a disposición de los regadíos.

Del mismo modo, el apoyo a inversiones en transformación, comercialización y desarrollo de productos de las empresas agroalimentarias contará con una partida de 17,2 millones, en la que tendrán prioridad pymes y microempresas ubicadas en zonas rurales con baja densidad de población.

Finalmente, el presupuesto también cuenta con la previsión de que la Entidad de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales (Esamur) destine 17 millones a pagar el arrendamiento y mantenimiento de la desalinizadora de Escombreras, en Cartagena.