Al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que ha sido alcalde de Santander, se le nota que está acostumbrado a arreglárselas para salir airoso de cualquier situación. Durante la visita de ayer a la variante de Camarillas mostró su incredulidad ante la importancia que la línea de Chinchilla tiene para los ciudadanos de la Región -como conexión natural con Madrid- para salir en defensa del AVE. Y a pesar de que en el tramo en obras situado en el límite entre Murcia y Albacete está muy avanzado y permite ver ya las vías, a falta de la colocación de los sistemas de comunicación y del bloqueo automático, De la Serna se apostó un café a que la línea del AVE ganará la partida a la variante de Camarillas. No obstante, dijo que si perdía el café, lo pagaría la Autoridad Portuaria, que financia la variante.