Los ayuntamientos de Molina de Segura y Abarán han dado luz verde al consumo humano del agua en todo el término municipal, excepto en algunos núcleos periféricos de la segunda localidad, que en la tarde de ayer daba el visto bueno a eliminar parte de la restricción, tras detectar una reducción en el nivel de trihalometanos en los análisis realizados en la red de abastecimiento del agua potable. El alcalde de Abarán, Jesús Molina, ha apuntado que estos niveles han bajado «muchísimo» y espera que para hoy se restablezca el consumo apto para humanos en todo el municipio.
«No pediremos responsabilidades a la Consejería de Sanidad ni a la Mancomunidad de Canales del Taibilla, pero si medidas para que esto no vuelva a ocurrir», aclaró el alcalde.
Por su parte, la localidad de Molina de Segura, que anunció ayer por la mañana la normalidad en el nivel de trihalometanos -por debajo de 100 microgramos por litro-, ha solicitado a la Mancomunidad un sistema alternativo de agua. «No podemos volver a encontrarnos limitados», apuntó la alcaldesa, Esther Clavero, a esta Redacción.
El consistorio molinense quiere saber qué ha pasado y exigirá explicaciones tanto a la Mancomunidad como a la Consejería de Sanidad, a la que también pedirá responsabilidades y nuevos protocolos de actuación.
Además, van a pedir una modernización de la planta potabilizadora de Sierra de La Espada, única planta que suministra agua apta para consumo a la localidad y a la que señalan como el origen de la situación. «Se ha tratado de algo ajeno a la gestión de las infraestructuras municipales, cuya misión es la distribución de ese agua hasta la ciudadanía», ha señalado el Ayuntamiento.
Cieza mantiene restricciones
El ayuntamiento ciezano informó de que en gran parte del municipio el agua no está sujeta a ninguna restricción, pero se continúan efectuando controles analíticos diarios dado que no es apta para el consumo en zonas como el Poblado y Residencial de Ascoy, los polígonos industriales de Sierra de Ascoy, Los Prados y el Búho, además de Los Casones.
