Lo primero que hay que saber para entender el informe PISA 2015 es que éste contempla los resultados de un examen que pretende evaluar la formación de los alumnos cuando llegan al final de la enseñanza obligatoria; esto es, hasta los 16 años. Por ello, esta prueba se realiza a estudiantes de 15 años, independientemente del curso en el que estén ese momento, que, si no han repetido, debe ser cuarto de la ESO.

Otra característica importante a la hora de analizar las calificaciones es que la periodicidad del mismo es de tres años, de ahí que los resultados de esta última edición -la sexta que se celebra- se comparen habitualmente con los de 2012, último informe disponible hasta este martes.

Además, el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés) no mide la destreza de los estudiantes por asignaturas, sino que revisa los conocimientos, las aptitudes y las competencias «que son relevantes para el bienestar personal, social y económico». ¿Esto qué significa? Que no analiza programas escolares nacionales concretos, sino ramas de conocimiento; en este caso: Lectura, Matemáticas y Ciencias.

España, que participa desde que se iniciara esta prueba en el año 2000, es uno de los 72 países que se enfrentaron informe PISA 2015, y que se reparten entre asociados y miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), un ente de cooperación internacional que pretende coordinar las políticas económicas y sociales de sus integrantes. En total, más de 565.000 alumnos de todos los continentes, de los cuales 37.205 pertenecen a algunos de los 980 centros españoles de la presente edición.

En nuestro país, el examen fue realizado entre el 20 de abril y el 5 de junio del pasado año, fechas entre las que un muestreo aleatorio de institutos y estudiantes se sometieron a una evaluación de conocimientos de una duración de dos horas, más una sesión de cuestionarios de contexto socioeconómico y cultural de una duración aproximada de una hora. Como curiosidad, la prueba se desarrolló por primera vez de forma íntegra a través de un ordenador. A. Ganuza