Ante todo, hay que tener en cuenta qué modelo de vida se quiere y adecuarlo a los husos horarios. El catedrático de Fisiología de la Universidad de Murcia, Juan Antonio Madrid, apunta que «hay mucho lío» en los debates sobre el cambio horario, lo que lleva a que se esté defendiendo «una cosa y la contraria».

«El elemento ´cambio horario´ es una pieza más de un puzzle complicado», destaca, indicando que nos puede venir bien por cuestiones de salud, pero cambiando, por ejemplo, nuestros hábitos de trabajo o nuestras costumbres culinarias, e incluso los horario Prime Time de la televisión. «Fracasaremos si no tenemos en cuenta estos factores de forma integral; el binomio salud/ocio y a qué damos prioridad».

Madrid deja claro que nuestro sistema de jornada laboral partida es incompatible con cualquier huso horario y que para conciliar la vida laboral y familiar «tendríamos que salir antes de trabajar».

El catedrático señala que todos los posibles escenarios tienen elementos positivos y negativos y que la opción más adecuada debería ser aquella en la que se minimicen los inconvenientes. Y explica que todo lo que sea acercarse al horario GTM (de Greenwich) «favorece el tiempo de sueño».

El experto comenta que su departamento defiende el horario que tenemos en la actualidad sin cambiarlo porque habría luz solar durante todo el año antes de las nueve de la mañana; y, por la noche, sólo oscurecería a las 18 horas entre finales de noviembre y de diciembre.

En verano, habría menos horas de sol, ya que en todos los meses oscurecería antes de las 21 horas, «lo que no nos vendría mal», apunta Madrid. «Este horario, además, sólo mantiene una hora de diferencia con el horario solar y no dos como ocurre con el actual horario de verano», insiste.

Asimismo, le consta que el Gobierno central está trabajando en este mismo huso horario y recuerda que en Cataluña llevan más de un año estudiando las distintas posibilidades. «Están abordando el asunto con todos los colectivos que pueden verse implicados, para analizar los pros y contras de cada uno». En cualquier caso, Madrid quiere dejar claro que desde un punto de vista biológico, podríamos mantener el mismo horario a lo largo de todo el año sin grandes problemas.