La consejería de Fomento e Infraestructuras va a comprar viviendas de segunda mano para destinarlas al realojo de las familias que se encuentran en una situación de exclusión social y residencial, y tiene previsto invertir de más de 1,3 millones de euros. La compra se iniciará antes de fin de año.

El consejero, Pedro Rivera, destacó que esta iniciativa, incluida en un plan de acción del Gobierno regional en coordinación con ayuntamientos, tiene como objetivo «erradicar la existencia de personas que residen en condiciones de infraviviendas social».

«Para eliminar el chabolismo en la Región hay que empezar con la adquisición de viviendas para reubicar a las familias en alojamientos adecuados y romper con el entorno en el que se encuentran, además de promover su integración real y plena en la sociedad», añadió.

Las viviendas deberán de cumplir con unas óptimas condiciones de habitabilidad y accesibilidad, así como disponer de unas dimensiones adecuadas a la composición de cada una de las familias, que tendrán tres o cuatro dormitorios, por ejemplo, en el caso de alojar a familias compuestas por cinco miembros.

Además, tendrán que ajustarse a las necesidades de cada familia y deberán estar «en el entorno más apropiado» teniendo en cuenta, además, la proximidad de centros educativos y de salud, empleo, y medios de transporte, entre otros aspectos.

Proyecto piloto

Se trata de un proyecto piloto del que se beneficiarán únicamente las familias que cumplan con los criterios de valoración, procedentes de los distintos asentamientos chabolistas que hay en la Región.

Para el realojo de las familias se realiza un trabajo integral y continuado desde las consejerías de Fomento y de Familia e Igualdad de Oportunidades y en colaboración de los ayuntamientos y entidades sociales. Esta labor comienza con una fase previa de estudio y de identificación de las familias más necesitadas, que continúa con la entrega de la vivienda, y no concluye hasta la integración de la familia en la sociedad.