La reinserción es posible a través del deporte. Así lo defienden los promotores de un programa impulsado por la Real Federación Española de fútbol, al que también está adscrita la Región de Murcia. Gracias a dicho programa, el Centro Penitenciario de A Lama pudo ganar este fin de semana su primer título nacional, al imponerse en la final al Murcia II. «Ha sido una experiencia maravillosa para todos ellos», contaba el coordinador del equipo pontevedrés Carlos Vila. Aunque los murcianos se llevaron, en esta ocasión, la medalla de plata, el buen rollo, el crear equipo y la deportividad fueron el mejor premio.

En concreto, los jugadores que participaron en este partido por el Murcia II fueron Loor, Reche, Manuel, César, Julio Ces, Matu, Iván, Calero, Gambín, Jaramillo y Obdulio. También jugaron Iglesias, Martos y David.

Los autores de los goles fueron Gambín y Jaramillo. El segundo marcó dos. Aunque el Murcia III anotó tres goles, los gallegos les metieron cinco, obra de los jugadores Juan (3), David y Edu.

De esta manera, el equipo de fútbol de A Lama se impuso en la final Nacional del VII Torneo de Instituciones Penitenciarias al imponerse al Murcia II por 5-3, en Las Rozas. Se trata de un proyecto de reinserción puesto en marcha por la Real Federación Española de Fútbol en 2010.

Precisamente, en 2014, la Real Federación Español de Fútbol recibió la Medalla de Oro al Mérito Social Penitenciario por su proyecto de reinserción a través del fútbol llamado El Fútbol como Autogestión para la Reinserción de Personas Privadas de Libertad.

Este proyecto, que desarrolla la Real Federación Española de Fútbol en los centros penitenciarios de toda España en colaboración con la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, nació en 2010 con el objetivo de contribuir a la integración social de los presos dándoles la oportunidad de practicar deporte.

El Centro de A Lama tuvo que superar varias fases para alcanzar la final disputada en Madrid. «Primero hicimos una selección previa entre los reclusos del centro», explica Carlos Vila. Después, tuvieron que superar una liga interna entre Teixeiro, A Lama y Ourense. De ahí, pasaron a jugar la eliminatoria en Villalba ante el Dueso de Cantabria. Superada también, se midieron en la semifinal al Ocaña, en Tordesillas. Y, por fin, la final en Las Rozas. «Estaban muy ilusionados», indica Vila. «Tuvieron incluso la oportunidad de saludar al seleccionador Vicente del Bosque», añade el coordinador, que elogia la labor de Iñaki Paz, que realizó las labores de entrenador; y de Javier Pin, las de preparador físico. Los de Campos del Río, con su medalla de plata. El año que viene, a por el oro.