El magistrado Abel Sáez Doménech, que lleva ocupando el puesto de presidente de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia desde 2004, se convertiría, por antigüedad, en el presidente del TSJ durante el periodo de interinidad que habrá desde que el Supremo haga pública su sentencia y hasta que el Poder Judicial vuelva a reunirse y tomar una decisión al respecto.

El Tribunal Supremo ha tumbado el nombramiento, hace año y medio, de Miguel Pasqual del Riquelme como presidente del TSJ. Lo hace porque considera que «falta motivación» (esto es, argumentos) a la hora de justificar que fuese el elegido, frente a otra candidata, Pilar Alonso, que consideraba tener más méritos y, por tanto, que el puesto tenía que haber sido para ella. De esta manera, la juez Alonso recurrió el nombramiento de Pasqual del Riquelme, y el Alto Tribunal le dio la razón en parte: anula el nombramiento, pero no le da automáticamente el cargo a ella.

Sáez Doménech, explicaron fuentes judiciales, es el presidente de sala del TSJ más antiguo en su cargo (lleva 12 años) y esta es la razón por la que presidiría el citado tribunal durante el periodo que el Poder Judicial pase dilucidando qué ocurre con Miguel Pasqual del Riquelme.

«Miguel se queda en el limbo», comentaban ayer en los pasillos de Palacio de Justicia. Y es que el juez «no tiene plaza», ya que «la suya del Juzgado de lo Penal ya está cubierta». Se cubrió cuando el jurista fue elegido presidente.

La magistrada Pilar Alonso permanecía ayer en su despacho de la sección Primera de la Audiencia Provincial, en el Palacio de Justicia de Murcia, pero no aceptaba visitas. «Tiene la mañana liada y no va a recibir a nadie. Como es por el tema que es...», decía una funcionaria a LA OPINIÓN.

«Es un toque importante»

La decisión del Supremo (el fallo ha sido adelantado, pero falta la sentencia completa) causaba inquietud en las distintas instancias judiciales. «Esto es un aviso a todos los ámbitos», consideran algunos miembros de la Judicatura. «Es un toque importante el que el Supremo ha dado ahí», resaltan, a lo que añaden que esto refleja la importancia de que «haya un mínimo de motivación» a la hora de elegir a los cargos.

Otras voces se preguntaron, a tenor de lo sucedido, «cómo es que un órgano del Poder Judicial, integrado por jueces, no motiva». «Deberían de hacerlo más claro, porque al final son cargos de libre designación, y deberían ser designados por el propio Consejo», indicaba un miembro de la Judicatura a LA OPINIÓN.

«¿Cómo es que no motiva el propio Consejo? Eso no tiene ni pies ni cabeza», claman.

Ahora, Pasqual del Riquelme se mantiene a la espera de la sentencia del Supremo que anuncie su cese oficialmente. Mientras, según él mismo ha dicho, sigue en el cargo. Cuando cese, arrancará la interinidad (con Sáez Doménech) mientras el Poder Judicial determina si reelige a Del Riquelme (y lo hago exponiendo los motivos de forma argumentada) o elige a Alonso. El tercer candidato de antaño, Andrés Pacheco, no sabía ayer si optaría de nuevo al cargo.