La flor del almendro ya ha salido y lo ha hecho con casi 20 días de antelación respecto a un año considerado «normal», según un experto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que observa como cada año esto sucede con mayor frecuencia.

El científico del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura del Departamento de Mejora de Frutales del CSIC, José Egea, explicó que la floración depende de cada año, pero admitió que últimamente hay, de forma continuada, temperaturas más elevadas de lo normal tanto en verano como en invierno, aunque lo que importa para estas especies sobre todo a partir de octubre.

En concreto, indicó que hay distintas variedades de árboles frutales que dependen de la fecha de su población, como los melocotoneros, los ciruelos y otros árboles frutales de hoja caduca.

Según explicó, estas especies necesitan que haya un cierto frío en invierno para que poder activar su proceso y florecer adecuadamente y que esas necesidades varían de un árbol a otro y de las distintas variedades.

El investigador añade que los almendros necesitan, en general, poco frío, por lo que si ahora comienza a hacer calor, los procesos se aceleran. De este modo, recuerda que este otoño e invierno ha habido «poca cantidad de frío y durante pocos días», en noviembre o principios de diciembre y que después las temperaturas han sido elevadas, lo que ha llevado a algunas variedades a desarrollarse rápidamente.

«El proceso de floración ha sido muy rápido y se nos ha echado encima ya que entre los almendros, los que necesitan poco frío y son más precoces, como el 'atocha', 'ramillete', o 'atascada', necesitan muy poco frío y lo han cubierto muy pronto, por lo que ya han florecido», añadió.