El Gobierno de Castilla-La Mancha recurrirá los planes hidrológicos de las cuencas del Tajo, Júcar, Guadiana y Segura, porque considera que vulneran los derechos de la comunidad autónoma y «perjudican gravemente» los intereses de los ciudadanos castellanomanchegos.

Así lo indicó ayer la consejera de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, quien apuntó que aún no se sabe si se presentarán cuatro recursos o un recurso unitario, ya que dependerá de si los 12 planes aprobados el pasado viernes por el Consejo de Ministros se publican de forma separada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) o de forma conjunta.

En este sentido, la consejera recordó que en el Consejo Nacional del Agua no se permitió la votación por separado de los 12 planes de Cuenca, como propuso Castilla-La Mancha, lo que a su juicio constituye una vulneración de derechos, ya que dificulta la posible presentación de recursos, puesto que «cada plan es un mundo y tiene unas características muy diferentes».

El Gobierno que preside el socialista Emiliano García-Page tampoco comparte la consideración del Trasvase Tajo-Segura como un agente externo y que no se tenga en cuenta cómo afecta al río el agua que se deriva a Levante desde los embalses de la cabecera, Entrepeñas y Buendía.

Sobre el plan de Segura, De la Cruz criticó que no se haya construido ningún pozo de sequía en la zona de Hellín.