Contó LA OPINIÓN el pasado 4 de diciembre, justo cuando comenzaba la campaña electoral y en medio de la tormenta que desató a escala nacional el polémico vídeo sobre el comportamiento del alcalde de Cartagena en los plenos, que José López llamó una consejera del Gobierno regional para rechazar la vicepresidencia de la Federación de Municipios que previamente le había ofrecido PP en la pugna que entonces mantenía por el control de este organismo con el PSOE, partido con el que López gobierna su trimilenaria y amada ciudad portuaria. López, según la conversación telefónica de la que fue testigo una redactora de este periódico, se dio cuenta muy pronto de que se trataba de una maniobra del PP para turbiar sus relaciones con los socios socialistas, y dio una larga cambiada a su interlocutora, agradeciendo el ofrecimiento pero dejándole claro que no era el momento adecuado para hablar de ese asunto ni estaba dispuesto a actuar a espaldas de sus socios.

Menos de un mes después, se da la circunstancia de que José López ha tomado posesión del mismo cargo que le había ofrecido anteriormente el PP, gracias al gran acuerdo que alcanzaron para la Federación los partidos con responsabilidades de gobierno en los ayuntamientos desde mayo. Tiene el caramelo que le ofrecían en principio y sin necesidad de quedar mal con nadie. Al final le ha salido una jugada perfecta.

Además, López, durante el año y medio que le queda como alcalde de Cartagena (le sustituirá en 2017 la socialista Ana Belén Castejón), llega dispuesto a reactivar la Federación de Municipios, donde no tendrá que verse las caras con su homólogo de la eterna rival, Murcia, la principal culpable, según opinan muchos en su partido, de muchas de las carencias que sufren los cartageneros. El alcalde cartagenero intercambió teléfonos con el presidente de la FMRM -quien se llevó una buena impresión suya-, informándole también de que tiene en mente reunirse próximamente con los alcaldes de los municipios más cercanos a Cartagena para establecer fórmulas de colaboración. López también demostró que, aunque no comparta muchas cosas del mismo, conoce muy bien el Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia, sugiriéndole a Joaquín Hernández que se puede potenciar las comarcas, recogidas en la principal norma autonómica.

A ´Cavite´ -en Cartagena se le conoce también por el nombre de su negocio- se le vio con la vitalidad de siempre, pese al aluvión de críticas que recibió en los medios de comunicación de todo el país por el famoso vídeo de los plenos, en el que se le vio llamar «cortito» al portavoz municipal de Ciudadanos y ordenar a la Policía Local que desalojara a una concejala del mismo partido. Vestía un traje de tono gris, con un llamativo pañuelo colorido en la solapa.

Algunos de sus nuevos colegas de oficio, que no comparten algunas de las declaraciones y actuaciones que ha hecho en estos últimos seis meses, destacan en cambio su corrección y afabilidad en los actos en los que suelen coincidir los regidores de la Región. «Parece un buen tío», concluía el alcalde de Lorquí.