Tic Tac. Los agricultores de la Región han puesto el reloj en marcha, dando un mes de plazo tanto al Gobierno regional como al central para que les den soluciones a la falta de agua para regar y que pone en jaque toda la campaña de hortalizas de invierno. En ese tiempo, y en previsión de que los embalses de la cabecera del Tajo no se recuperen, ambos gobiernos deben alcanzar un acuerdo sobre el precio del agua desalinizada y liberar la compra de caudales excedentarias entre regantes. Si no lo logran «no nos quedará otra salida que llevar nuestras demandas a la calle», indicaron.

Esta fue una de las decisiones adoptadas ayer durante la reunión mantenida en la sede del Sindicato Central del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) entre representantes de los regantes, las organizaciones agrarias, los productores y exportadores y las cooperativas de la Región.

«No nos cansaremos de decir lo mucho que se juega esta Región, pues estamos hablando de puestos de trabajos inmediatos, no futuros, además de una pérdida de riqueza creada y de los contratos que ya tenemos firmados con nuestros clientes», comentó el presidente de la Federación de Cooperativas Agrarias, Fecoam, Santiago Martínez.

Un año esperando

«Los agricultores llevamos casi un año esperando a que Mariano Rajoy cumpla la promesa que hizo en octubre de subvencionar el precio del agua desalinizada para regar», recuerda el secretario de organización de Upa, Antonio Moreno, quien añadió que «estamos ante una de las situaciones más complicadas de los últimos años».

El dirigente de Upa lamentó que las peores sospechas sobre el Memorándum se hayan cumplido, «y si antes era 'que viene el lobo', ahora ya lo tenemos aquí».

Además de la desalinización, para los regantes es imperativo que se firme un decreto ley que liberalice la compra de agua excedentaria a comunidades de regantes.

El presidente del SCRATS, José Manuel Claver, explicó que la legislación vigente sólo permite adquirir el agua que se haya utilizado en los últimos cinco años.

«La situación está muy complicada, muy difícil, y nosotros ya advertimos a finales del año pasado que esto podría ocurrir; pero no nos hicieron caso», lamentó Claver.

Desde las cooperativas, Santiago Martínez propuso que se redujeran «en lo posible» los desembalses de agua para caudal ecológico desde la cabecera del Tajo para evitar que los embalses bajen de nivel como lo están haciendo. «Y es necesario que el Consejo de Ministros sea consciente de que el Trasvase es imprescindible, si no, esta Región se hunde», apuntó.