El murciano que fundó Vueling en 2004, Carlos Muñoz, ha credo otra compañía aérea que está a punto de echar a volar. La empresa, denominada Volotea, espera en este momento la autorización de la Agencia Española de Seguridad Aérea para emprender la nueva aventura. La compañía está financiada con el capital aportado por varios fondos de inversión y pretende empezar a volar en primavera.

Carlos Muñoz y Lázaro Ros, los dos socios que hace casi una década pusieron en marcha la compañía Vueling utilizando como oficina el comedor del empresario murciano, trabajan ahora en el lanzamiento de una nueva compañía de bajo coste, cuyo objetivo es unir las medianas y pequeñas ciudades del sur de Europa, evitando el uso de los grandes aeropuertos empleados por las compañías tradicionales.

Carlos Muñoz (Murcia, 1969) es hijo del empresario murciano Antonio Muñoz, dedicado a la exportación de cítricos y de productos frescos. Él y Lázaro Ros iniciaron en 2002 las gestiones para la creación de Vueling, que instaló su sede central en Barcelona y empezó a volar en 2004. Poco después empezó a cotizar en Bolsa y se consolidó como la compañía de bajo coste española con mayor crecimiento.

Las diferencias surgidas cuando se planteó la fusión de Vueling con Clickair alejaron a Carlos Muñoz y a su socio de la dirección de la empresa. Tras la renuncia del murciano, que fue consejero delegado de Vueling, asumió la presidencia de la compañía el exministro de Industria Josep Piqué. La compañía con sede en Barcelona es ahora una de las que más puede beneficiarse con la desaparición de Spanair, que cerró el pasado fin de semana.

Por su parte, el socio de Carlos Muñoz que intervino en la creación de Vueling ocupó el puesto de director general de la compañía.

Volotea ha evitado dar detalles hasta ahora sobre sus planes de futuro, aunque ha informado de que espera recibir la autorización de la Agencia Española de Seguridad Aérea dentro de varias semanas con el fin de empezar a volar en primavera. Tampoco se ha pronunciado sobre las posibilidades de mercado que puede abrir el cierre de Spanair, aunque en algunos medios se apunta que operará en rutas distintas a las que deja la empresa en suspensión de pagos.

Su propósito es «ofrecer vuelos directos entre ciudades medianas y pequeñas del sur de Europa, con las ventajas económicas que ello comporta para las ciudades beneficiadas». Una vez obtenido el permiso oficial para volar, «Volotea tiene la intención de empezar sus operaciones en la primavera de 2012, con una flota compuesta exclusivamente por el modelo Boeing 717. Además del equipo de fundadores y directivos, tres fondos de capital privados (dos de ellos españoles, y el tercero, norteamericano) han comprometido una cantidad considerable de financiación de cara al próximo lanzamiento de Volotea», según informó la propia compañía.

Se trata de CCMP Capital Advisors –especializada en compañías en fase de crecimiento en Europa y Estados Unidos–, Fespyme –gestionado por Axis Participaciones– y Sinaer Inversiones –vehículo de inversión en empresas del sector aeronáutico, propiedad en parte, de Corpfin Capital, que también está especializada en compañías en fase de crecimiento–.

La inversión económica se calcula que oscilará entre los 30 y 50 millones de euros. Volotea añadió que, «en cumplimiento de las normas europeas relativas a la propiedad de las aerolíneas, los inversores europeos detentan la mayoría del capital, así como el control efectivo de la compañía».