­Los dos principales implicados en el caso Biblioteca no responderán ante la Justicia de sus supuestas actividades delictivas y, en el caso de que el juez les considerara culpables, no pisarían nunca la cárcel. Simplemente, porque ya no viven.

José Luis Cano Valverde, propietario de la empresa Acadi y jefe de servicio de la consejería de Presidencia, falleció en enero de 2010 tras estrellarse contra la mediana de la autovía A-30 (entre Cartagena y Madrid) cuando se dirigía con su moto a ver a quien era entonces su abogado, Francisco Valdés.

Por su parte, José Antonio Núñez, propietario de Urvisán, una de las empresas que se benefició de adjudicaciones irregulares en Aledo, falleció en septiembre de 2008 tras arrojarse al vacío desde la Torre Godoy, en Murcia. Núñez era yerno de Santiago Martínez Esparza, constructor de San Javier que también fue detenido por sus relaciones societarias con el que fuera alcalde de San Javier José Hernández.

José Antonio Martínez era el dueño de las empresas que se llevaba las obras en Aledo y José Luis Cano el que le propiciaba la información privilegiada.