Los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras, Antonio Jiménez y Daniel Bueno, recibieron como un jarro de agua fría la respuesta de Rodríguez Zapatero a su petición de que interpusiera un conflicto de competencias «para devolver a los corrales» la Ley de Medidas Extraordinarias de Valcárcel. Jiménez atribuyó la intervención del presidente del Ejecutivo central al desconocimiento del ajuste aplicado a los 55.000 funcionarios de la Comunidad Autónoma, mientras que Bueno le reprochó «que haga dejación de sus funciones y permita que la Constitución sea carne de Cañón».

Bueno añadió que Zapatero «deja en mal lugar a la candidata del PSRM a la Comunidad Autónoma, Begoña García Retegui, que ha mostrado su apoyo a los funcionarios de la Comunidad y se ha sumado a las movilizaciones». Añadió que «lo último que faltaba es que Rodríguez Zapatero haga dejación de sus funciones y permita que la Constitución sea carne de cañón. Me parece una irresponsabilidad del Gobierno de nuestro país». El secretario general de CC OO mostró su confianza en que «estudie nuestra solicitud y anule» la ley de Valcárcel y apuntó que «sería muy peligroso que el Ejecutivo permita a la Comunidad Autónoma una capacidad legislativa que no tiene atribuida, sin tener en cuenta que hay 55.000 funcionarios en estado de excepción».

Por su parte, Antonio Jiménez recordó que la Asamblea Regional ha invadido competencias del Estado al aprobar la Ley de Medidas Extraordinarias que establece los recortes a los empleados públicos y consideró que Rodríguez Zapatero no conoce con exactitud el alcance de los ajustes. «La prueba es que el presidente habla de que la Comunidad Autónoma ha utilizado un decreto ley, cuando no ha sido así», dijo el secretario general de UGT. Sin embargo, se mostró convencido de que «el Gobierno de la Nacional tiene la obligación de velar por un escrupuloso reparto de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas». Reconoció también que las declaraciones del presidente en Onda Cero resultan «inoportunas».