Aunque no sea candidato a la presidencia de la Comunidad, Pedro Saura cumplirá su mandato como secretario general del PSRM-PSOE, puesto al que accedió en 2004, afrontando una nueva etapa de bicefálea. Al menos continuará hasta el próximo congreso ordinario, previsto en un principio para 2012. Por tanto, quien finalmente encabece la candidatura socialista en las próximas elecciones autonómicas tendrá que trabajar codo a codo con el líder regional, quien jugará un papel determinante a la hora de confeccionar las listas electorales.

Además, la designación de Begoña García Retegui como cabeza de cartel o como jefa de la oposición en la Asamblea Regional (se da por hecho que el presidente Valcárcel será reelegido en 2011) no supondría una amenaza interna para Saura, mientras que cualquier otro candidato sí podría intentar moverle la silla.

La retirada de la carrera electoral puede ser una buena opción para el actual secretario general de los socialistas murcianos. Ante la previsible derrota electoral ante el PP de Valcárcel, la imagen de Saura no se vería deteriorada y podría estar en condiciones de seguir liderando el partido, una vez superado el descontento que hay en un importante sector de la militancia, que le culpa, quizás de forma desproporcionada, de todos los males que vive el partido. De hecho, Saura insiste en que si no se presenta a las elecciones es porque él lo ha decidido y no porque se lo haya impuesto Ferraz, pues el dirigente de Torre Pacheco sigue manteniendo una buena relación con las altas esferas socialistas. Su caso no es como el de Tomás Gómez, quien mantiene un enfrentamiento con el vicesecretario general, José Blanco.