Ha llegado la hora de la verdad en La Voz, el popular talent show de Telecinco en el que compite el ciezano Carlos Villa Moreno, el joven ´Charlie´, que a sus 27 años ha conseguido llegar a las semifinales de este afamado espacio de la cadena de Mediaset.

Estos días, compaginando su faceta artística con su trabajo, ha preparado su actuación junto a su hermana, que, además, y en sus propias palabras, «es mi amiga y mi maestra». El resultado se podrá ver este viernes por la noche, a partir de las diez, junto al de los otros tres semifinalistas: Charo, Laura y Elena. Será una noche de emoción, pero, sobre todo, de mucho talento, puesto que el nivel artístico y musical de los cuatro competidores es de los que no se recuerda en un programa televisivo de estas características.

Tomando un café en la Horchatería Valenciana de Cieza, Carlos confiesa «lo difícil que ha sido llegar a hasta este momento», aunque reitera una y otra vez la gran apuesta que su coach, Manuel Carrasco, ha hecho por él desde el principio. Y así ha sido, ya que desde aquel primer envite veraniego, cuando este ciezano supo cautivar a la audiencia y a dos de los ´entrenadores´ del programa, Manuel Carrasco y Juanes, sus interpretaciones se cuentan como éxitos. En concreto, Charlie convenció a sus hacedores cantando de manera magistral el tema 'Skinny Love', en la versión de la genial artista inglesa Birdy.

Ya hace un par de meses, Carlos Villa atendía a LA OPINIÓN en el céntrico Paseo de Cieza y nos contaba su historia. «Este verano, estando en la playa, me llamaron para decirme que estaba seleccionado para las audiciones a ciegas, y lo cierto es que, hasta la fecha, la experiencia es muy gratificante, pero a la vez de mucho nerviosismo e intranquilidad». Confesó que su afición por cantar le viene desde niño, «pero la vergüenza, la timidez e incluso hasta la falta de autoestima y el miedo a fracasar hacen que te calles y por eso permanecí en silencio. Solo una vez me atreví tímidamente a presentarme a un casting de Operación Triunfo, pero aquello quedó ahí», afirma Carlos, quien se confiesa un auténtico entusiasta de la denominada 'música negra' y, en particular, del góspel y el soul.

Con La Voz, fue su hermana la que lo ´embarcó´ y a la que también agradece que ya haya comenzado a escribir las letras y la música de algunas canciones que, tal vez, algún día vean la luz en forma de debut discográfico. Entretanto, Charlie compaginando su trabajo con su gran pasión: la música.