Los cazaminas 'Sella' y 'Duero' y el buque de mando y apoyo 'Diana' se han trasladado desde su base en Cartagena hasta la costa de Gerona para la búsqueda de minas de la Segunda Guerra Mundial. Además, cuentan con la colaboración de la Unidad de Buceadores de Medidas Contra Minas, con base en el Centro de Buceo de la Armada, también en Cartagena.

Los trabajos de exploración de las aguas catalanas se iniciaron el pasado día 2 y se prolongarán hasta el 17 de junio. La Armada ha respondido con el desplazamiento de estos buques a la zona a la petición de las autoridades locales para que se despejase el mar de estos peligrosos artilugios.

La misión de los dos cazaminas y del buque 'Diana', así como del grupo de buceadores consiste en comprobar que los fondos marinos se encuentran limpios de minas hundidas y a la deriva, con el fin de evitar riesgos a los barcos que navegan por la zona.

Hasta en ocho puertos

Los trabajos se desarrollan cerca de las localidades de Colera, Portbou, Llança y El Port de la Selva, aunque pueden ampliarse a los puertos de Roses, L'Escala, Cadaqués y L'Estartit, así como a otras playas próximas del Golfo de Rosas y Fonolleres, donde está previsto que las tres unidades de la Armada hagan escalas para el descanso de las dotaciones.

La preocupación de las autoridades catalanas surge a causa de la aparición esporádica de minas en la zona. Lo cierto es que se han llevado a cabo varias limpiezas de artefactos en los fondos marinos de la zona desde 1989 hasta 2005, pero a pesar de ello, han aparecido nueve minas en Gerona y una en Menorca, que han sido localizadas a la deriva o a poca profundidad.

La aparición de estos artefactos no es casual, ya que durante la Segunda Guerra Mundial, el bando de los aliados planeó un desembarco en la costa sudeste de Francia, al que los alemanes respondieron con un minado defensivo de las costas próximas y los artefactos han ido apareciendo a lo largo de los años por la zona.

La flotilla de Medidas Contra Minas de la Armada española cuenta con seis cazaminas de la clase 'Segura', considerados como unos de los más modernos y avanzados en búsqueda y detección de estos artefactos a nivel mundial. De hecho, uno de estos buques está integrado de forma permanente en las fuerzas navales de la OTAN.

La antigua corbeta 'Diana' fue reconvertida para ejercer como buque de mando y apoyo de esta flotilla, que tiene su base en el Arsenal de Cartagena y que está bajo el mando del capitán de navío Claudio Lago de Lanzós.