El Senado Romano y el Consejo Carthaginés serán los primeros que tengan que decidir si la Batalla pasa a manos de la Federación de Tropas y Legiones. Así se acordó en la asamblea llevada a cabo el martes donde, como ya anunció LA OPINIÓN ese mismo día, el presidente de las fiestas, José Antonio Meca, propuso que la Federación asumiera la organización de la Batalla, rebajando en 8.000 euros el presupuesto asignado a ambos bandos e invirtiendo unos 17.000 más para cubrir el presupuesto del acto.

El presidente del Senado, José Moreno, ya avanzó entonces que debían ser las legiones las que decidieran si aceptaban el cambio, al tratarse de un acto propio del Senado y que está incluido en sus estatutos. Y así será. Ahora, tanto el bando romano como el púnico deberán convocar a sus presidentes a una asamblea en la que debatan y voten su postura. En esas reuniones, previas a una definitiva de la Federación, los grupos pondrán sobre la mesa sus respectivas propuestas y condiciones, si así lo estiman oportuno y todo ese material se debatirá en la reunión de los 50 presidentes festeros, donde se debería llegar a un acuerdo definitivo, en un sentido o en otro. Y es que, la propuesta del máximo órgano festero también recoge que el Senado retome el Circo con carácter anual, al ahorrarse el dinero de la organización de la Batalla, ya que se trata de otro acto que está recogido en los estatutos romanos y sobre el que no se votó su cancelación en asamblea.

La sensación generalizada entre tropas y legiones es que al acto le hace falta una coordinación general, por lo que la amplia mayoría de grupos apuesta por cederla a la Federación.

Más vigilancia en los trajes

Por otro lado, la asamblea de presidentes también decidió la creación de una comisión de vestuario en la Federación que regule y tenga mayor control sobre el vestuario de tropas y legiones. Hasta ahora, cada bando contaba con su propia comisión y eso ha derivado en conflictos en los últimos años por trajes que se asemejan en gran medida a los ya utilizados por otros grupos. A partir de ahora, el nuevo órgano de la Federación será el encargado de dar el visto bueno definitivo a los nuevos vestuarios que se propongan.