La madrugada del Encuentro fue una noche «tranquila, sin incidentes», tal y como expone el concejal de Seguridad, Francisco Aznar. Al contrario del año pasado, los jóvenes no hicieron botelleo en Antigones, muy cerca de la plaza del Lago, donde se encontraron la 'Pequeñica' y el Nazareno. En su lugar, según el Ayuntamiento, la gente optó por beber en los aledaños del estadio Cartagonova. No obstante, muchos jóvenes prefirieron beber en la escalera que hay junto al Teatro Romano, la cual está muy cerca de la discoteca de la calle Cuatro Santos. Esto hizo que las molestias ocasionadas años atrás por el botelleo se alejasen de los desfiles, no enturbiándolos.

En cuanto al paso de la procesión marraja el Viernes Santo por las calles de mayor afluencia de jóvenes -Aire y Cañón-, el edil destaca que el dispositivo de seguridad -compuesto por 10 policías nacionales y 15 agentes municipales- permitió despejar sin mayor complicaciones dichas vías para que la procesión pasara sin problema alguno. A su vez, los uniformados escoltaron de madrugada a los equipos de limpieza que adecentaron las calles antes del paso de los tronos. Este año, se vio menos jóvenes deambulando por Aire y Cañón durante el paso de los cortejos, la gran mayoría de ellos estaban dentro de la sala de fiestas de la calle Cuatro Santos.

Mareos y torceduras

Botelleo al margen, el balance de la noche del Encuentro, según fuentes municipales, se saldó con atenciones leves por torceduras y mareos de penitentes. En general, estas atenciones estuvieron motivadas en gran medida por el calor que tuvieron que soportar los cofrades bajo sus trajes de nazarenos.