Abastece al 40% del mercado europeo de lubricantes, genera 90 puestos de trabajo directos y 100 indirectos y contribuye a la reducción de gases contaminantes a nivel global. Esos son los principales hitos que destacó ayer el ministro de Industria, José Manuel Soria, en la inauguración de la nueva planta de lubricantes de última generación de la empresa Ilboc en el valle de Escombreras y que está participada por Repsol y la compañía coreana SK, y que comenzó su actividad hace un año.

Se trata de la mayor inversión que ha realizado el país asiático en España en materia industrial. Y es que, la construcción de la planta ha supuesto una inversión de 250 millones de euros y ha supuesto la creación de 90 empleos directos y un centenar indirectos. En este sentido, Soria también destacó la apuesta de la empresa surcoreana en la compañía, ya que inició su construcción en 2011, cuando España sufría importantes desequilibrios económicos y una gran destrucción de empleo. Una situación que, según el ministro, ahora ha cambiado y España crecerá más del doble que la media europea el próximo año.

Soria destacó que esta inversión ha mostrado la confianza del país asiático y de la compañía especializada en lubricantes y aceites para automoción en España, con la puesta en marcha de unas instalaciones que producen ya unas 500.000 toneladas de bases lubricantes, y que llegarán a las 630.000 toneladas anuales, para abastecer a un 40% del mercado europeo.

En este sentido, el ministro expresó que la producción de la nueva planta permitirá que el país deje de importar este tipo de lubricantes, como venía haciendo hasta ahora, lo que genera un valor añadido a las nuevas instalaciones.

También el presidente de Repsol, Antonio Brufau, quiso destacar el carácter medioambiental de la planta, como también hizo el presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez. Así, la unión entre la tecnología de SK y su especialización en la fabricación de lubricantes junto a la materia prima de alta calidad que ofrece Repsol, ha posibilitado la fabricación de lubricantes de última generación, los más adecuados para los motores Euro VI, que en Europa son obligatorios desde 2014, y que contribuyen a reducir los gases de efecto invernadero.

Empresas de la Región

Brufau también recordó que durante el proceso de construcción de la fábrica han participado unas 2.600 personas y unas 200 empresas, más de dos tercios de ellas, afincadas en la Región, para dar respuesta al compromiso de Repsol con el empleo local.

Además hizo énfasis en la seguridad tanto de las instalaciones como de las personas, y recordó que durante toda la construcción hubo un solo accidente leve, y ninguno con baja desde la puesta en marcha de la factoría.

El presidente regional mostró su agradecimiento a ambas compañías por poner a la Región en el foco de los mercados europeos, con una inversión en tecnologías punteras y en innovación.

Asimismo, Sánchez destacó la vertiente ecológica de la empresa, que ofrece lubricantes que ayudan a la reducción de gases contaminantes y aumentan la durabilidad de los motores, e insistió en que esta unión empresarial es un sinónimo de lo que la Región quiere llegar a ser: «un referente en innovación y progreso», y un motor para «trasvasar energía allá donde sea necesaria».