Fueron muchos los cartageneros que, por diversas razones, tuvieron que abandonar en un momento determinado nuestra ciudad, pero no por ello dejaron de acordarse de ella y mucho menos de su patrona, la virgen de la Caridad. Dispersos por toda la geografía española, en grandes ciudades como Madrid y Valencia y otras no tan grandes como Tarragona, formaron asociaciones donde compartir recuerdos y vivencias sobre la tierra que los vio nacer. La historia de hoy nos lleva a la capital del Turia, donde se constituyó y todavía subsiste la asociación llamada Colonia Cartagenera de Valencia ´Virgen de la Caridad´, Uno de sus impulsores y fundador fue el hermano franciscano José María López Davia, vinculado al comercio cartagenero pues su abuelo Blas Davia Molina fundó tejidos ´La Pilarica´ en Puerta de Murcia, negocio que continuaría su padre José María López Bueno, y otros familiares suyos, los Fernández Davia, regentaron la conocida tienda de tejidos ´El Metro´. Su papel va a ser decisivo a la hora de encontrar una capilla donde situar un retrato de la virgen de la Caridad para que estos cartageneros ausentes pudieran continuar su devoción en la ciudad que los adoptó.

El lugar elegido fue la capilla de Santa Rita, en el interior de la iglesia de San Lorenzo de los Padres Franciscanos ubicada en la céntrica plaza del mismo nombre, la cual fue bendecida e inaugurada el Viernes de Dolores de 1967. No quedó ahí el fervor de estos cartageneros de la diáspora, pues querían tener su propia imagen de la Virgen de la Caridad. Para ello le encargaron la talla al escultor valenciano, ya fallecido, Ramón Granell, especializado en temática religiosa, y que paradójicamente realizaría una virgen de los Desamparados para la asociación de valencianos residentes en Venezuela. Teniendo lugar y talla sólo faltaba fijar el día adecuado para la ceremonia de inauguración del hermoso altar y la bendición de la imagen y, de nuevo, el Viernes de Dolores de 1975 fue el elegido para ello. El 28 de marzo de ese año fue un día histórico para todos aquellos cartageneros que residían en aquellos momentos en Valencia.

El arzobispo de Valencia, José María García Lahiguera, bendijo la imagen en una emotiva ceremonia que contó con la presencia de autoridades venidas expresamente desde Cartagena. Entre ellas destacó el alcalde Luis Roch y su esposa, que ejercieron de padrinos del acto, en el que la primera autoridad cartagenera hizo entrega de un escudo de la ciudad que junto al de la Orden Franciscana y el de Valencia figuran desde entonces junto a la imagen. Para quien quisiera asistir desde Cartagena se organizó un viaje en autobús a la capital valenciana con un coste de 500 pesetas y se facilitó alojamiento en una casa religiosa. Uno de los momentos especiales en la historia de la asociación fue la coronación de la virgen de la Caridad ocurrida otro 28 de marzo, pero de 1980. En esta ocasión los padrinos fueron el capitán general de la 3ª Región Militar Jaime Miláns del Bosch y su señora, y la ceremonia fue presidida por el padre provincial de la Provincia Franciscana de Cartagena, Francisco Martínez Fresneda.

Todos los hechos narrados reflejan el inmenso cariño que esta asociación siente por nuestra patrona. Un cariño que hace que celebren cada año de forma especial el Viernes de Dolores y, cada 31 de mayo, la fiesta de la Flor, costumbre también muy arraigada en la que se llevan flores a la Madre de todos los cartageneros.